viernes, 29 de junio de 2007
Elfos
"[...]-¿Esos son mantos mágicos? -preguntó Pippin mirándolos con asombro.
-No sé a qué te refieres -dijo el jefe de los elfos-. Son vestiduras hermosas, y la tela es buena, pues ha sido tejida en este país. Son por cierto ropas élficas, si eso querías decir. Hoja y rama, agua y piedra: tienen el color y la belleza de todas esas cosas que amamos a la luz del crepúsculo de Lórien, pues en todo lo que hacemos ponemos el pensamiento de todo lo que amamos [...]".
TOLKIEN, J.R.R., "El Señor de los Anillos", ed. Minotauro, Barcelona, 1998, p.398.
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3 comentarios:
Quiere al casualidad que en estos instantes me encuentre agotando mis últimos momentos laborales de la semana, en una solitaria tarde de viernes en mi despacho, haciendo tiempo hasta que sean las 8 de la tarde y peuda cerrar la puerta y dejar encerrados todos estos pleitos, demandas, exhortos y demás zarandaja de jurispollas, consultando tu blog y otras cuantas cosas más... y no puede ser de otra manera, que mientras leo tu entrada sobre los elfos en el ordenador suena a todo volúmen la BSO de El Señor de los Anillos.
Ay, las casualidades...
Me veo tentado a utilizar tu comentario sobre entradas ñoñas de blog para este elfiástico texto.
De todos es sabida mi gran animadversión hacia esas dos subrazas (elfos y hobbits) y hacia su creador. Los únicos que me merecen respeto en este relato son los enanos, raza con fuego en vez de horchata en la sangre.
Viva los enanos y mueran los descafeinados.
Y que lo digas precisamente tú, Cuallis, con tu pelo ensortijado, tus orejas puntiagudas y tus pies velludos...
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