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- Disputar un torneo de esgrima reñidísimo. No es necesario que sea reñidísimo para todos; puede serlo únicamente para los que no son tú. Ojo con los golpes a traición de zurdos malévolos, que te obligarán a alimentarte de gelocatil e ibuprofeno durante el resto de tus días.
- Asistir a una misa multitudinaria en homenaje a un gran Obispo que se va y rezar por muchos niños que vendrán si se les deja. Siempre que la ocasión lo requiera, puedes hacerlo aunque seas detractor acérrimo de las grandes manifestaciones públicas, empiece a diluviar a media celebración y tu atavío se adecue para lo que podríamos denominar "soleado día de Primavera".
- Cenar opíparamente tras estar desde las nueve de la mañana en ayunas. Si la cena se antoja escasa, se permite cervecear hasta alterar la percepción de la cantidad y calidad del condumio.
- Tomar algo en buena compañía. Es importante considerar que cuando "algo" es dos vasos de bourbon y la cena previa se ha basado en un estudio de la cebada y sus derivados, cualquier compañía es susceptible de bondad, belleza, justicia, paz y amor.
- Ser tío o como quiera que se llame a aquellos que tienen una prima hermana con hija nueva cuya cabeza es más pequeña que la palma de tus delicadas manos de clavecinista.
Y si cuentas con una hora más, hacer una tesis doctoral.
- Disputar un torneo de esgrima reñidísimo. No es necesario que sea reñidísimo para todos; puede serlo únicamente para los que no son tú. Ojo con los golpes a traición de zurdos malévolos, que te obligarán a alimentarte de gelocatil e ibuprofeno durante el resto de tus días.
- Asistir a una misa multitudinaria en homenaje a un gran Obispo que se va y rezar por muchos niños que vendrán si se les deja. Siempre que la ocasión lo requiera, puedes hacerlo aunque seas detractor acérrimo de las grandes manifestaciones públicas, empiece a diluviar a media celebración y tu atavío se adecue para lo que podríamos denominar "soleado día de Primavera".
- Cenar opíparamente tras estar desde las nueve de la mañana en ayunas. Si la cena se antoja escasa, se permite cervecear hasta alterar la percepción de la cantidad y calidad del condumio.
- Tomar algo en buena compañía. Es importante considerar que cuando "algo" es dos vasos de bourbon y la cena previa se ha basado en un estudio de la cebada y sus derivados, cualquier compañía es susceptible de bondad, belleza, justicia, paz y amor.
- Ser tío o como quiera que se llame a aquellos que tienen una prima hermana con hija nueva cuya cabeza es más pequeña que la palma de tus delicadas manos de clavecinista.
Y si cuentas con una hora más, hacer una tesis doctoral.