---
No se me da bien felicitar años nuevos. Entre otras cosas, porque cuando realmente hay discontinuidad espaciotemporal es en el paso de verano a otoño. Mañana será otro día, por mucho que sea otro año. En septiembre es cuando cambian las cosas, pero claro, conmemorar el curso nuevo da el mismo bajón que cuando éramos críos y en agosto veíamos los carteles de "¡Feliz vuelta al cole!".
Tras esta no por breve menos esclarecedora reflexión en voz baja, me considero en la obligación moral de adaptarme a los tiempos, de diluir mi personalidad en el sentir popular, de renunciar a mis principios más íntimos y de felicitaros a todos un 2009 en el cual se cumplan todos vuestros deseos en la medida en que redunden en mi propio beneficio.
Y esta noche no cometáis más excesos que los requeridos por la Ley, la Costumbre y los Principios Generales del Derecho.
No se me da bien felicitar años nuevos. Entre otras cosas, porque cuando realmente hay discontinuidad espaciotemporal es en el paso de verano a otoño. Mañana será otro día, por mucho que sea otro año. En septiembre es cuando cambian las cosas, pero claro, conmemorar el curso nuevo da el mismo bajón que cuando éramos críos y en agosto veíamos los carteles de "¡Feliz vuelta al cole!".
Tras esta no por breve menos esclarecedora reflexión en voz baja, me considero en la obligación moral de adaptarme a los tiempos, de diluir mi personalidad en el sentir popular, de renunciar a mis principios más íntimos y de felicitaros a todos un 2009 en el cual se cumplan todos vuestros deseos en la medida en que redunden en mi propio beneficio.
Y esta noche no cometáis más excesos que los requeridos por la Ley, la Costumbre y los Principios Generales del Derecho.