lunes, 26 de abril de 2010

Etnia de hiato

Esta mañana, en el bar donde suelo desayunar, hemos estado mi jefe, mi otro jefe y yo -en calidad de tercero de mis jefes- arreglando el mundo como de costumbre. Notaréis que últimamente las cosas os van mejor. Es por nosotros. La vida, la muerte, la otra vida, la otra muerte, la literatura, la política, la filosofía, la magra con tomate... Prácticamente nada escapa a nuestras garras dialécticas penetrantes, incisivas, caninas y premolares. Ni siquiera algún comentario esporádico sobre la raza calé, algún comentario digamos... despectivo, despectivillo. Repitiendo, quizá, estereotipos ya en nuestro acervo cultural como inocuos, inofensivos, gratificantes, elogiables incluso. Nada grave.

Nada grave, claro, a no ser que dos miembros de esa misma etnia, caleses de tamaño familiar, estén situados detrás de ti engullendo sus viandas en silencio iracundo.

Si no llega a ser por uno de mis jefes y por sus patadas por debajo de la mesa, ahora mismo podría estar pagando cara mi xenofobia en el hospital del condado.

A propósito, diga lo que diga Facebook, este blog no cierra ahora ni ha cerrado nunca ni cerrará jamás.

martes, 20 de abril de 2010

Blog, blogis

Este jueves participaré en un café-tertulia sobre blogs y literatura en Murcia. Hablaré de mi blog, en definidas cuentas. De cómo empezó todo, de la época en la que escribía más de una entrada al mes, de cuando microrrelataba todas las tontunas que se me pasaban por la cabeza. De lo que pienso sobre la literatura bloguera y sobre los blogs literarios. Todo en la Fundación José García Jiménez, que ha tenido la deferencia de tener la suerte de contar conmigo.

Hoy mismo, igualmente, ha salido en clase este blog a colación del evento de ¿recordáis? el jueves que viene. Intuía que muchos de mis alumnos ya lo conocían, porque varios de ellos me lo gritaron en las fiestas de San Raimundo sobre una base de reguetón al aroma de sangría. Saludadlos, comentaristas esporádicos, incautos visitantes, náyades, ninfas. Se aproxima el día en que necesitaréis que os extraigan de la cárcel, y yo sólo estoy autorizado para hablar del Gobierno.

A propósito: lo de la semimoderación de comentarios tiene más que ver con la llegada del spam a nuestras vidas que con mi creciente y firme intención de censurar cualquier intervención que adolezca de lo que a mí se me ocurra.

domingo, 18 de abril de 2010

Skype

Parece mentira. Un programa tan inadvertido e, incluso, por qué no, tan objeto de mis denuestos e invectivas, de repente convertido en uno de los que más uso a lo largo del día y de dos o tres horas, aleatorias, de la noche. Lo cierto es que le sigo encontrando la pega fundamental de no poder suprimir ese molestísimo soniquete del chat escrito, que no pienso siquiera onomatopeyizar para que se chinche.

Sin embargo, en cuestión de videoconferencias no hay cosa igual. Sin parangón. Es ágil con una buena conexión, y además tiene un diseño estupendo, blandito, maleable y dúctil, como nos gusta a los usuarios de mac y a los usuarios de pc que deberían ser usuarios de mac.

Además, creo que he localizado el origen del desdén con que lo he tratado durante todos estos años ominosos: la webcam. Ahora es muy fácil juzgar con severidad mis severos juicios, ahora que todos tenéis un portátil con cámara incorporada. Situaos, sin embargo, cuando sólo los terratenientes y algunos gobernadores civiles podían permitirse tales asiáticos lujos, mientras que el resto del vulgo (vulgo "vulgo"), nos habíamos de conformar con pequeñas webcams malencaradas de esas cuya imagen sólo rivalizaba en infamia con sus modos de agarre al ordenador, siempre en perpetuo desequilibro sobre sus trípodes absurdos. ¿Lo veis ahora? ¿Lo veis?

Debería redactar más posts sobre programas y aplicaciones. O más posts, sin más. O posts.

sábado, 10 de abril de 2010

Epic

Vivimos inmersos en épica. Miremos donde miremos, encontramos historias memorables, héroes románticos y grandes ideales. Esta misma noche, en desdichadísima competencia directa con el Entierro de la Sardina, desfile murciano que calificaríase de afrancesado de puro fino que es, tendrá lugar un partido de fútbol que marcará el destino de la civilización occidental (algunos conjeturan con la reunificación de la Pangea, pero aún carecemos de noticias concluyentes y no quisiéramos esperanzarnos en vano).

Inmerso en este clima me hallo y, tras ver la última película de Haneke, que podría haber sido filmada por el mismísimo Hölderlin redivivo, continúo con la lectura de la homérica Odisea y declaro inaugurada la segunda vuelta al Silmarillion en este particular año Tolkien. Dos mitologías, a falta de una. Con ilusión y sin pizca de ironía porque ya no me queda.

Lo que es seguro, seguro, es que Homero habría sido madridista.

jueves, 8 de abril de 2010

Desbando de la huerta

En Murcia, el martes de Pascua se celebra de una forma bastante particular. Lo que debiera ser ascética y contenida alegría tras los rigores de la Semana Santa se convierte en impropio descoque y desafuero en el Bando de la Huerta, festividad consistente en ataviarse de huertano posmoderno, salir a la calle bien temprano e involucionar hasta un estado que sólo se puede alcanzar previo despojo de la humanidad intrínseca y metamorfoseo con cualquier hidrocarburo saturado.

Como uno tiene en alta estima su dignidad y no gusta de baño de multitudes a no ser que por tal se entienda el rupestre balneario o el spa urbanizable, huí este año hacia la montaña liberadora junto con un nutrido grupo de amigos igualmente nutridos. El Valle de Ricote se engalanó para la ocasión y nos recibió con unos senderos transitables, unos bancos hechos a la medida de nuestras egregias nalgas para reposar y comer salchichones y frutos secos, y un tiempo atmosférico que califico aquí mismo de óptimo.

Finalmente logramos hacer casi dos rutas completas, y pasamos un día estupendo y casi sin bichos. Hay un montón de fotos, pero las tengo por ahí desparramadas. En ellas se aprecia que Ángel, al que tomasteis como un urbanita irredento, es capaz de triscar tanto o más que cualquiera de vosotros. Ahí queda eso.

viernes, 2 de abril de 2010

Semana Santa

Como os decía:

-Domingo de Ramos: procesión del Cristo de la Esperanza, vulgo "los verdes". Túnica de terciopelo anudada a la cintura por cíngulo angosto tras opípara comida, esto es, penitencia inesperada y trayecto procesional con urgente necesidad de Santo Viático.

-Lunes Santo y Martes Santo: preparación psicológica, física y diplomática para el Miércoles Santo. Algo de trabajo, corte de pelo, ayuno voluntario y sonrisa en la cara a falta de poder poseerla en otra parte del organismo.

-Miércoles Santo: asistencia al traslado de Nuestro Padre Jesús Nazareno seguida de paseos intencionados por tabernas con encanto. Vermú, tapa, vermú, tapa, vermú, tapa, fanta de naranja, síndrome de Tourette, llegada a casa y fusión celular entre mi epidermis y la epidermis del sofá de casa.

-Jueves Santo: ensayo de la correlativa de auroros conocida como "Juevessán", aperitivo, comida sana con vinos generosos e intimísimos amigos, cita con "Furia de Titanes", cada uno a su casa y Dios a la de todos, canto de la correlativa de auroros conocida como "Juevessán" al paso del Cristo del Refugio. A casa que es tarde.

-Viernes Santo: toque de diana a horas intempestivas, ducha y puesta de túnica para la procesión de Nuestro Padre Jesús Nazareno, reencuentros y caramelos porque en Murcia la gente se da caramelos cuando se reencuentra y alguien viste de viernes vestes venerables, albóndigas de bacalao, ensaladillas y demás vigílicas viandas, Oficios gregorianos y huida al balneario de Archena, con amigos y un masaje completo. Llegada a casa santo y salvo.