No le obedecimos, pese a que empuñaba un arma y nos amenazaba a gritos con matarnos si no le entregábamos el dinero. Cuando salió del local, perplejo y abatido ante nuestras miradas suplicantes, la decepción se nos hizo tediosa.
MUERTE: (corre hacia la puerta con el pelo mojado y en albornoz) ¡me he quedado dormida y estaba duchándome! ¡salgo ya mismo! ¡madre mía...! ¿a qué hora era la fiesta?
3 comentarios:
¡Mueeerte! ¡Mueeerte! ¡Mueeerte!
MUERTE: (corre hacia la puerta con el pelo mojado y en albornoz) ¡me he quedado dormida y estaba duchándome! ¡salgo ya mismo! ¡madre mía...! ¿a qué hora era la fiesta?
Esto es como los que gritaban "NO PASARÁN"... y ya en voz más baja y siendo más realistas, conformistas... "y si pasan no les haremos caso".
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