Hoy, en casa de un amigo, donde me encontraba en calidad de invitado a una fiesta a cuya mayoría de componentes me une una confianza que podríamos situar dos puntos por encima de nula y tres por debajo de muy baja, me he encontrado inmerso en la siguiente secuencia de "El padrino" rodado por Mariano Ozores:
De pronto, siento dos toquecitos en mi hombro derecho, y al volverme me encuentro a dos milímetros escasos de mi napia a un perfecto desconocido de tres metros de alto por ocho de ancho en cuyo gesto se mezclaba el color en tanto que de rosa y azucena, y que guardaba cierta similitud con Boris Yeltsin tras esnifar dog chow en polvo. Me dice*:
- Oye... ¿y tú quién eres? ¿qué... qué haces aquí? ¿tú... tú...? Ni... me has saludado ni nada... ¡¡tú eres una mierda!! ¿profesor? ¿que me han dicho que eres profesor? ¿tú? ¿de qué? ¿de Derecho Romano? Pues eso... eso... je... ¿y quién era más maricón, César o el otro?
* La situación gana mucho si se me imagina con la cara de Chandler Bing con una gran gota de sudor manga por detrás de mi cabeza.
4 comentarios:
JAJAJA!!! Hay que ver qué elemento el 'amiguete', desde luego la cabeza la tiene para ingerir cantidades industriales de alcohol, porque para otra cosa está visto que no. Por desgracia hay unos cuántos por ahí sueltos, pero por suerte no te los sueles encontrar muy a menudo.
jajajaj, peor es cuando ese tipo de personas intenta ligar contigo...¬¬ y convencerte de que son un buen partido, enfins...
Gyergar, tú me conoces. Tú sí que puedes imaginarte mi cara y fallecer acto seguido con las mandíbulas desencajadas de la risa.
Día tonto, si el ser antropomórfico de ayer hubiera intentado ligar conmigo, probablemente hoy te estarían contestando mis padres o tutores legales.
Después de dos accesos incontrolables de tos, de secar las lágrimas con un post-it y de volver a descojonarme al volver a imaginarte (aunque Cheandler Bing no tiene barba ni es gafapasta, pero bueno, vale) debo reconocer que situaciones así las pones en una sitcom y la gente exclamaría "qué imaginación la de este guionista"... la realidad SIEMPRE supera al arte.
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