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El viernes marcho de despedida de soltero hasta el domingo. Como el homenajeado es asiduo lector de este blog no puedo dar demasiados detalles, pero os baste con saber que voy a practicar suficientes actividades de riesgo como para fallecer de casi cualquier forma que se os figure.
Si ocurriera, por favor, alimentad este blog cada dos o tres días con clembuterol y mantenedlo fuera del alcance de los niños y mujeres primero.
Si no ocurriera, recordadle a este vuestro humilde, anciano y venerable servidor que os cuente lo acontescido, porque témome que va a ser ésta aventura enjundiosa y vive Dios que esta bitácora no quedará intacta.
Vale.
11 comentarios:
Golfo...que ya tienes una edad para ir haciendo tonterías todo el fin de semana.
Por eso mismo. Aprovecho que ya la tengo.
Yo soy soltero y mañana me voy a Londres y nadie me ha organizado una despedida.
Os mataré a todos y lo sabéis.
¿Y son ustedes de los que se ponen cosas raras de plástico en la cabeza y sacan chicas en tanga del interior de una tarta?.
Yo sólo he ido a una despedida de soltera y no le cuento lo que hice con la cosa de plástico que pretendían que me pusiera en la cabeza. La novia aún no lo ha olvidado. De hecho, ya no somos amigas. Una lástima.
no espero de alguien como tú que se preste a una despedida típica...
Chexpi, nos acabas de arruinar la sorpresa. Pensábamos fingir que no sabíamos de tus intenciones homicidas.
Alejandra, nosotros somos de los que metemos a chicas en tanga en el interior de una tarta y ya no las sacamos.
Nils, el lunes tu pregunta hallará respuesta.
¿Lo despedirán por los aires, a este amigo? Dicho de otro modo, ¿lo echarán del trabajo por sufrir de meteorismo?
Qué envidia me das; a mí nunca me han invitado a una despedida de soltero... Cuando me case haré mi propia despedida de soltera y no invitaré a nadie, hala. Así aprenderán.
Como dice mi mexicano favorito, el Wey Hidrocalido... "¿habra viejas encueradas?".
Paul, lo despediremos como se merece. Improcedentemente.
Superflicka, eso eso. Y además te sorprenderás a ti misma.
Renter, de unos ochenta y seis años la más joven y más encuerada.
Sr. Ángel, ya llegó el Domingo, ¿sobrevivió usted al fin de semana?
¿Que tal las encueradas? Esperamos ansiosos sus pequeñas aventuras...
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