viernes, 18 de mayo de 2007

Less Wireless

Mi router ha fallecido, y me encuentro de nuevo con intensidad de señal baja tirando a buena gracias a mi vecino THOMSON, que me cede amablemente su conexión. Ahora me tocará humillarme ante emilcar para que me recomiende uno de los que a él le gustan, y tendré que pagar el precio de sus reproches por no haberme pasado a Mac hace ya mucho tiempo aunque ambos sepamos que no tiene nada que ver lo uno con lo otro.

a. La tecnología me da pereza.
b. Dependo de la tecnología.
c. Todos los hombres son Sócrates, lo que significa que todos los hombres son homosexuales.

Además, se me ha ocurrido hacer una transferencia bancaria desde el portátil conectado ya a THOMSON y ahora pienso que THOMSON ha hackeado de algún modo mis contraseñas y está evadiendo mis capitales a Suiza.

¿Cómo puedo ser tan entrañable?

6 comentarios:

Antonio Rentero dijo...

Lo importante es que la tecnología no sea óbice para que menos-cables tu rutina.

Ángel dijo...

Don THOMSON decidió anoche de madrugada encriptar su wireless, pero no ha podido conmigo. Ahora tengo conectado el portátil con el cable de área local. Me las sé todas.

Lo único es que el cable de área local tiene una longitud de unos cinco centímetros y es un poco incómodo tener que teclear en la decimoséptima postura del kamasutra sin más compañía que la de mi ordenador portátil.

Antonio Rentero dijo...

El cybersexo es lo que tiene... se empieza por ahi y se termina embadurnando en vaselina el puerto USB (o el Firewire si la tienes chiquitica).

Chexpirit dijo...

Grandioso lo de "menos-cables" qué sutileza!

Ángel Veo que conoces la postura del mecanógrafo manco, también conocida como la del pajillero internauta "decimoséptima postura del kamasutra sin más compañía que la de mi ordenador portátil".

Ángel dijo...

He encontrado otra solución intermedia a mi problema más cómoda y que evitará que fantaseéis conmigo y con mi Toshiba, que es algo que siempre os ha gustado hacer.

¿Qué? -os preguntáis.

¡Fácil! La mesa del s. XVI donde tengo el otro ordenador -en mi casa todo es del s. XVI, ya lo sabe Pablo- tiene una tablita de madera supletoria, y ahí reposa ahora mismo el maltrecho portátil.

Inconvenientes:

- Está casi a ras de suelo y creo que ya me he dislocado ocho vértebras superiores -a Rentero se le ocurrirá algún chiste sexual-.

- La tablita de madera no tiene topes, así que sale, y sale, y sale... Hasta que un día no me acuerde de que no tiene topes y tenga que ir a por la escoba y el recogedor a barrer todos los Gigas que habrá por el suelo.

Os mantengo al tanto.

Antonio Rentero dijo...

Chexpirit, reconozco que a veces tengo la sutileza de un portazo en la cara y el ingenio de un saco de cemento, pero bueno, una mala tarde la tiene cualquiera ;-)

Sobre la alusión a mi habilidad para extraer divertidos chascarrillos sexuales sobre comentarios intrascendentes... pues hagamos honor a la mala fama, qué demonios...

Querido Ángel, aprovecha esas dislocaciones vertebrales para conseguir el reto supremo, el desafío máximo, el logro inalcanzable que todo hombre seguro de su sexualidad ha imaginado alguna vez... la autofelación, que no es, contrariamente a lo que muchos piensan, que te la chupen en un coche.