martes, 22 de mayo de 2007

Expiderman 3

No es la peor película que he visto este año, ni la que va justo antes de la peor, ni la que va dos puestos antes. No garantizo más. Uno va al cine con su amigo Andrés y su femenino instinto redentorista, esperando que Raimi haya desfecho el engendrillo de la dos, y se encuentra con un engendrillo sólo menor por el hecho de que no aparezca Kirsten Dunst-Eme Jota corriendo por un parque a cámara lenta con palomas voladoras a lo Cruise en "Micción: Impossible II".

Flashback melancólico: las pelis de superhéroes ya no son lo que eran. Recuerdo con añoralgia "X-Men", "Spiderman" o incluso los bátmanes de Burton, con aquel Joker y aquella Gotham City que aún no era Chicago por la noche. Es curioso, porque es añoralgia reciente. O lo que es lo mismo, que se han rodado muchísimas superheces fecales en muchísimo poco tiempo. Fin del flashback.

Pero vamos a hablar de la araña. El argumento es complejo y tontucio. Se han dejado tanto presupuesto en efectos especiales que el guión podría haber sido redactado por un mono vestido de botones. Peter Parker, que ya no va al psiquiatra y es un simpático egoísta que sólo piensa en él mientras descuida su relación Eme Jota, se lía con un simbionte negro del espacio exterior mientras un honrado interno de prisiones que quiere salvar la vida de su hija se mete en un agujero del Centro de Cojoexperimentos Físicos y se convierte en el Hombre de Arena, mientras su compañero del alma compañero tontea en el laboratorio de papá duende, mientras un intrépido fotógrafo que no es él le coge pelusa, mientras la policía descubre de pronto que el que mató a su tío no es el que mató a su tío sino el honrado interno de prisiones ahora Hombre de Arena, poco antes de que estalle la tragedia.

Semblanzas:

- Peter Parker tiene dos versiones, la del panoli tontorrón al que le falta el sombrerito Harold Lloyd -porque ya lleva el ramo de florecillas- y la del Peter Parker poseído o poseso por el chapapote simbionte, que causa un efecto sobre todo de índole capilar: se le queda el flequillo lacio. Además, cuando viste de negro se convierte en un ser cruel y despiadado que exige nueces en las galletas que le ofrece la hija del casero inmigrante pero comprensivo.

- Eme Jota es una pobre calzonazas que aguanta casi lo que le echen hasta que el que se le echa es el compañero del alma compañero y ya no aguanta más.

- Los supervillanos son superterribles, y eso que a mí Thomas Haden Church me gusta, siempre y cuando sea él y no el proyecto de fin de carrera de algún becario de la Pixar.

- La tía May es Pepito Grillo y siempre da consejos acertadísimos. Es un oráculo de delfos con trenza gris y se hace igual de pesada y cargante que cualquier oráculo de delfos de esas características.

En fin. Esto no es una reseña, sino un esperpento hiperbólico. Hubo algunas cosas de la peli que no me disgustaron del todo, pero desentonan con la película y con esta entrada. Se va a quedar así, por ahora.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Como se nota, Ángel, que has prescindido de tu más sabio compañero fímico. Spiderman 2, en su género, es una gran película, y la tercera, en el mismo, es sencillamente pésima.

Que sí, que la dos tenía sus banderas, sus lugares comunes y la necedad de la carrera por el parque a la que te refieres, pero tenía la audacia de convertir al superhéroe en personaje secundario de su propia película, se esforzaba en dibujar sujetos de carne y hueso y los diálogos estaban trabajados con empeño (dentro de los límites, insisto, del género, evidentemente no era un texto de Rohmer).

La nueva, en cambio, falla en lo que siempre había prometido esta franquicia, que, en realidad, era lo mismo que ofrecía el cómic: la aproximación al superhombre que sigue radicalmente anclado en el patetismo autoconsciente de su condición de adolescente medio.

En esta entrega, los personajes se ridiculizan al máximo, el guión alcanza grados de absurdez que no conocen igual (esa aparición final del mayordomo "que lo sabía todo desde el principio"), los diálogos discurren por la autopista de la pura incoherencia verbal para que toda la película se termine estrellando en una hora final anticlimática, aburrida, torpemente rodada e incluso muy mal interpretada.

Un desastre en el que sólo se salvan tres o cuatro escenas trasportadas directamente, y con cierta gracia, de las páginas de los tebeos. Todo lo demás, incluso para los amantes del género, es pura bazofia. A lo poco.

Ángel dijo...

A mí, de la segunda, no me molestaron tanto las banderas. Me molestó el final rosa, me molestó la absurda revelación de la identidad de Spiderman, y me molestó sobre todo ver a Peter Parker en el psiquiatra con supercrisis de identidad, que fue algo así como el descubrimiendo de que los midiclorianos salen en los análisis de sangre.

El mérito que tú le reconoces no lo veo yo tan así. Vale, convierte al superhéroe en un secundario de su propia peli. Concedido. ¿Y?

En el fondo tienes razón, esto te pasa por prescindir de mi compañía fílmica.

:mrgreen:

Anónimo dijo...

Detallitos criticables y nada más.

Y no todos bien traídos: el final incluía una escena rídula y rosa,pero la última secuencia, en la que Spiderman deja atrás a MJ que queda con una expresión más que aceptablemente interpretada de pura decepción, tenía su aquél.

Ángel dijo...

Sí que tenía su aquel aquella escena de Spiderman 1, I ó uno.

Ay, abueloooo...

Anónimo dijo...

Que nooooooo, que sé muy bien lo que me digo. La 2. La peli, no la cadena.

Ángel dijo...

Sííí, claaarooo, tiene usted tooooda la razóóón.

(¡Enfermera, ha vuelto a olvidar darale el Memorex al abuelo!)

Ernesto Castro dijo...

No puede ser otra cosa: os ha poseido el gapo negro.

Isabel Sira dijo...

Atacayte es así como me ha hecho sentir piratas del caribe tres, seguro que las dos películas fueron escritas por el mismo mono con uniforme, ángel.