Un soneto me manda hacer Violante. Comprenderéis que al decir Violante me refiero a Ginger, mi vecina de blog. Tiene un examen, se aburre y la invade el tedio. Invadida por el tedio, ello no obstante, ella estudia, ella estedia. Y este día me pide que escriba.
Escribo. Escribo que escribo. Me he cansado de escribir que escribo y escribo "que". Nada más. Nada más es imperativo. No sé leer, pero escribo. Si no fuera porque sé escribir, no sabría leer. No digo que no. Lo escribo. Que no.
¿Es acaso esto normal? Dejémoslo ahí, pero no mucho.
Las autoridades sanitarias han decidido no advertirnos que los jeroglíficos no son perjudiciales, salvo que estemos hablando de otro tipo de jeroglíficos.
Como dice el refrán, por la boca del amo engorda el caballo. El ajo del lomo engorda al caballo. El hijo del amo engorda el cabello. Y así de forma sucesiva, o sea, de manera paulatina, o sea, en la tina de Paula. Tina o bañera, o bañese. O báñese, que como ya dijimos antes, es imperativo, que es gerundio.
Vale.
2 comentarios:
¡Caramba! ¡es preciosa! ¡la mejor entrada que jamás nadie me ha dedicado! En serio.
¡Gracias Ángel!
MUY-BUENA la entrada. En serio, admiro tu facilidad de palabra, aunque esto me haga creer que tengo la capacidad expresiva de una piedra a tu lado XD.
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