Pues sí, ayer fui a los megacines digitales Thader a ver "300".
Imaginaos una película cuyo tagline fuese: "En el año 253 d.C., tres intrépidas ancianas osaron desafiar al Imperio Romano". Claro, lo más lógico si se va a hacer una película sobre ellas es que uno se las imagine victoriosas, porque si no una derrota tan obvia no merece la pena ser contada. ¿A que no? Pues eso. Las Termópilas es lo que tiene.
Visualmente, todo un espectáculo. "Manierismo del vacío", le leí hace poco a Fernando Castro. Es el rizo del tirabuzón de la trenza. Fuegos artificiales, cuánto más si se tiene en cuenta que estará rodada en una sala azul. Más artificial, casi imposible.
De las interpretaciones prefiero no hablar. Están todos los personajes demasiado furiosos como para provocarlos.
"Pero es que es un comic, pedazo de intransigente paleto", pensaréis al unísono. Pues sí, y por eso no debió salir nunca del papel. Si cada vez más la Literatura bebe del Cine y el cine del comic... no quiero ni contaros de dónde acabará bebiendo el comic.
Los hermanos Lumière debieron incluir alguna cláusula restrictiva en sus testamentos.
3 comentarios:
Pues si la Literatura bebe cada vez más del cine y el cine del cómic... entonces la literatura pasará a ser algo así como "En un lugar de Criptón, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho vivía un superhombre, de los de capa roja y calzón ajustado". Qué emocionante ridiculez.
Estoy en total sintonía con tu crítica. La vi totalmente artificial y artificiosa.
He de decir como descargo a la película que Paquico Pérez Cartagena figura pareja a lo que es Morales para usted me la puso bastante bien, asi que tengo sentimientos encontrados.
Sr. Cuallis, la película es una full de Istambul lo diga Paquico o el sursumcorda, así que no temas, tú eres el poseedor de la razón absoluta.
Lo que me intriga del asunto es lo de que Morales es algo para mí. ¿El qué?
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