jueves, 7 de octubre de 2010

Entrada tremenda de más de tres párrafos

Todo ha comenzado hace una hora y media, cuando me he cruzado con un cura amigo que me ha pedido un favorcillo sin importancia: acompañarlo a bendecir una casa en un barrio de Murcia que queda más o menos absolutamente perdido. Como ya eran las nueve y aún no había acompañado a ningún cura a bendecir una casa, allá que me he ido.

Al llegar, en su coche, a la zona en cuestión, mal habitada y peor iluminada, nos ha salido al encuentro la solicitante de la bendición, una señora bajita, con un brazo tatuado, un piercing y una forma de hablar atropellada e inconexa, aderezos todos ellos suficientes como para disparar todos mis prejuicios a la vez. Y junto con mis prejuicios, cierto conato de pánico invencible.

Hemos bajado del coche y, después de unos cinco minutos andando, la señora ha recapacitado y ha estimado más oportuno ir en coche en vez de andando, porque no sabía muy bien dónde quedaba su nueva casa y creía que estaba más lejos de lo que había pensado en un primer momento. Eso sí, antes de subir en el vehículo nos ha advertido de que aún no le han puesto las luces y de que, pese a desconocer en ese momento su ubicación exacta, tenía la certeza de que íbamos a estar totalmente a oscuras.

El trayecto, de nuevo en el clergycar, hacia la casa, nos ha llevado unos diez minutos, tras recorrer calles vericuéticas y enredadísimas, y desembocar en una placita directamente deshabitada y rodeada de edificios de nueva planta. Yo imaginaba que acabaríamos siendo víctimas de una emboscada fatal que pondría fin a nuestras vidas, o al menos a mi dedo meñique, que es el que siempre se lleva la peor parte en los secuestros. No obstante, he tomado medidas y me he asegurado de hacerle una foto a la señora, que he enviado oportunamente a mi propio correo electrónico con intención confusa para cuando tuviera lugar la investigación policial.

En efecto, no había luz, ni vecinos. La cosa es que tampoco ha habido secuestro -sí bendición- y que la extravagancia de la señora no estaba reñida con una curiosa simpatía ni incluso con una dádiva crematística en sobre cerrado que ha quedado para gastos de la parroquia. Bien pensado, podría yo haber reclamado parte alícuota para pagar la caja de lexatines que, junto con todos mis prejuicios, necesitaré engullir esta noche si pretendo conciliar el sueño.

14 comentarios:

Dori dijo...

Interesante.
Digno de Valle Inclán

PD/ Por seguir con el desfile de palabras de verificación, diré que me pide; ocroti (ups)

La bruja Mirta Beata dijo...

¿Has podido dormir? ¿Y qué tienes tú en contra de los tatuajes? ¿No tienes prejuicios contra la gente que toma lexatines? ¿Cómo está tu dedo meñique?

Antonio Rentero dijo...

Supongo que eres consciente... qué tontería, si tu eres un inconsciente.

Recomencemos... supongo que imaginarás que un día harán una película de tu vida y mezclaran episodios y faltarán a la verdad y al final contarán que mientras bendecías la casa de un opositor vestido con hábito zarrapastroso y cíngulo enhiesto no dejabas de hacerle fintas con un florete Macintosh mientras gritabas motetes y misereres.

Digo que faltarán a la verdad pq no aclararán que todo eso sucedió un martes lluvioso, mientras que la película mostrará como un sol radiante entra por la ventana.

Ángel dijo...

Dori, ¿e indigno de mí?

Bruja, sí, nada, no, bien. ¿Ves lo que has provocado?

Rentero, y luego el tema de la Banda Sonora, que tampoco será mía.

La bruja Mirta Beata dijo...

Muaks

Guisela dijo...

Yo digo que estas desarrollando bien el estilo deceptivo de Cesar Aira y Paul Auster: creas toda una tension y luego no para un corno o dejar al personaje abandonao en el sotano. Gatillazo literario. Haberte inventado un exorcismo, acho. Tus tres parrafos y laquepar...

Ángel dijo...

Gladys, ellos siempre fueron mis ídolos, junto con Bob Hope, Roger Moore y dos o tres de los cocodrilos que viven en las alcantarillas de Nueva York. Y tú no eres nadie para oponerte a nuestro amor.

Anónimo dijo...

El libro de tus memorias se va escribiendo sólo. Lo único que te queda es ponerle título. Como siempre, sugiero títulos: "El día más pensado, a la hora menos señalada", "Crónicas de cíngulos y motetes murcianos", "A las orillas de la locura"... y así por el estilo.

César Aira escribe peor que yo.

Palabra de verificación: buslo. No hay comentario que pueda ser mas explícito que la palabra misma. (Hice recargar página hasta que me salió buslo. Ya sé que es trampa).

Ángel dijo...

Moraleja: el buslo siempre acaba saliendo. Keep trying, guys.

Dori dijo...

Me gusta; "A las orillas de la locura"
Verificación; haltiver.
Este me suena a aquelarre

Anónimo dijo...

Jajajajaja. Ay este Angelucho. No sé si volverá a salir buslo otra vez, pero haciendo la trampa de recargar la página se puede sacar algo sugerente.

Dori, sigues enamorada de mí, supongo.

Dori dijo...

Depende Alvaro, cuéntame ¿te pareces a Ángel?
Esta es buena; cascann!!!!

Chexpirit dijo...

El hábito no hace al monje así como el hábitat no hace al ecosistema . Deberías guardar tus prejuicios para alguien como yo que soy tu vecino en la pirámide alimenticia!!

filomela dijo...

Se está conviertiendo usted en una estrella mediática. Necesita una biografía lista para publicar en breve. Desde que los bi-directores generales le publicitan en el FB...