domingo, 17 de octubre de 2010

Duro reproche

Me parece un atropello que haga ya diez días que no escribo lo más mínimo en este blog y que no os hayáis puesto en contacto con el Departamento del Tesoro para que me coaccione como me merezco. ¿No es acaso vuestro deber cuidar de este blog y procurar siempre que a su autor no le falten ideas ni tres millones de euros para cuando decida emprender una nueva vida en la Península de Crimea? ¿No os comprometisteis a impedir que este blog permaneciera yermo y baldío durante más de una semana? ¿No recordáis ya los votos que emitisteis antes de permitirme alterar e intercambiar el rumbo de vuestras vidas?

Estos días he estado trabajando en todo lo posible con esmero, cariño, paciencia, dedicación, constancia, presteza, avaricia, pereza, lujuria y gula. Incluso me ha quedado un poco de tiempo libre para permitir que me encarguéis una conferencia para el martes y preparar el tipo de aplauso con el que me agasajaréis. Todo lo hago por vosotros, incluso este rediseño del blog que me procurará tantas y tan merecidas andanadas de invectivas reveladoras de una absoluta carencia del más mínimo gusto estético.

Gracias, en cualquier caso, por la pizza de berenjenas que me comí el viernes. Os salió francamente sabrosa, y no descarto pediros la receta cuando se me acabe el cilantro que me sirve de sustento cotidiano. Gracias también por la camisa que me compré el viernes. Ahora bien, la próxima vez que esté tanto tiempo sin hablaros, hacedme caso y raspadme la cutícula del único dedo índice que me queda en la mano derecha. Sabré interpretarlo.

5 comentarios:

Dori dijo...

Yo es que como te veo por la calle mi sufrimiento es menor

lacolibrii dijo...

Sin embargo,yo sólo te he visto una vez por la calle,así que... sufro bastante !para que nos vamos a engañar!

Palabra de verificacion:womit...!uff!

lacolibrii dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
María marial dijo...

Lo que pasa es que somos muy comprensivos con tus infinitas ocupaciones y pluriempleos que te vienen muy bien para comprarte las camisas los viernes.

Yo creo verte por la calle a veces pero sé que no eres tú así que no soy capaz de calibrar mi grado de sufrimiento.

Menos mal que siempre nos quedará el periódico y el cine. Claro que no es lo mismo.

Ángel dijo...

Dori, ¿por la calle? No sé, no recuerdo...

Lacolibrii, ¿sufres porque sólo me viste una vez o sufres porque me viste una vez?

María Marial, hace tiempo que no salgo en el periódico ni en el cine. Estoy demasiado ocupado comprándome camisas los viernes.