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Esta mañana, un amigo que prefiere mantenerse en el anonimato me ha propuesto acompañarle a una ciudad que prefiere mantenerse en el anonimato, a que escuchara su magnífica conferencia sobre Honoré de Balzac. Y yo, que no suelo negarme a recibir conferencias sobre Honoré de Balzac, he accedido presto y gustoso.
Unas horas después y sin conocer demasiado bien la razón, me encontraba como el único asistente de una conferencia sobre Paul Auster y su concepción de la soledad.
Al menos ha habido concordancia entre el tema y el contexto.
15 comentarios:
Por eso querías que fuera.
Si es que eres un público fácil...
Potter-o, claroh.
Antonio Rentero, y un nazareno fácil, también. Puedes dar fe. Esperanza, quizá. Caridad, ninguna.
Con lo cariñoso q soy yo...
ya te vale, no haces más que tragarte jornadas y discursos y ponencias y demás actividades para el tiempo libre.
¡Qué rabia! Siempre quise asistir a una conferencia sobre Honoré de Balzac que en realidad fuese sobre Paul Auster en una ciudad anónima con un amigo anónimo...
A veces eres cruel, ¿eh?
Vengo a dejar mi huevecillo en justa réplica pero no veo su cesto así que se lo voy a tener que soltar donde sea y de cualquier manera.
Observo que necesita alguien que le lleve su agenda para evitar tanto anonimato. Tengo un amigo en paro.
Todo esto es muy extraño.
..... y si a mí también me da miedo.
Antonio, te habré dado yo motivo de queja... Y pienso llevar los mismos guantes el año que viene, ale. Hop.
Nils, así voy cogiendo un poco de cultura, que no puedo vivir de mi físico para siempre.
Cvalda, esta vez no lo he sido. No he puesto guioncitos en la entrada ;-)
Alejandra, te tengo dicho que tu amigo en paro soy yo. Deja de confundirme con tu amigo en paro.
Zurdo del Averno, a todos nos da miedo. Pero entiendo que últimamente me tengas un poquito más de miedo.
Opción A: Te equivocaste de lugar, hora u fecha.
Opción B: Tu anónimo amigo te la jugó y aún sigue riéndose de ti.
Opción C: Ese supuesto amigo no existe, y todo es una excusa para asistir a la conferencia sobre Paul Auster muy desinteresante.
En cualquier caso, probetiquio el conferenciante, uno solo en el público y por error.
Certeza A: la conferencia la dio mi amigo.
Certeza B: él fue quien cambió el tema a penúltima hora.
Certeza B: yo me basto y me sobro como público, en privado.
Yo se, yo se quién es el conferenciante. Yo, yo lo se.
No diré su nombre, causa del alceimer. Tan solo diré que empieza por m y acaba por n.
m--n
Taun, pues no, no fue Mercedes Milá. A ver si afinamos un poquito más la puntería...
Ja,Ja.
Suerte al menos para Miguel de tener un público tan atento. Si llega a durar más la conferencia tal vez hubiérais acabado hablando de fútbol.
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