lunes, 1 de octubre de 2007

Mi coche


Obtuve el carnet de conducir a los veinte años. Aprobé el teórico a la primera y el práctico a la segunda, después de que me suspendieran la primera vez sin faltas graves, sin lesiones físicas ni psíquicas, sin más delito que "exceso de prudencia", según el examinador. Es verdad que no pasé a tercera ni una sola vez, y que cuando atisbaba con mis prismáticos que alguien tenía intención de cruzar el paso de cebra sobre el que casi estaba, paraba el coche cortésmente, pero eso hubiera debido ser motivo de galardón, no de vil suspenso.

La segunda vez, el examinador padecía una obesidad mórbida que intuyo le inducía episodios de narcolepsia, sin los cuales no me hubiera pasado un frenazo tras el cual mi profesor sufrió un aneurisma cerebral.

Cinco años más tarde, sin conducción intermedia, me compré el coche. Necesitaba ir al trabajo de alguna manera que no incluyese en el pack la sudoración compartida y el intercambio de vahos. Y con ese planteamiento previo encaminé mis pasos hacia un concesionario Volkswagen y me situé frente a un señor que me estuvo hablando de habanos, de viajes a Cuba y de dónde tenía que firmar exactamente para llevarme el Polo que en su opinión yo siempre había deseado.

La verdad es que ya va para el quinto año y no me ha dado problemas de importancia. Es más, podría afirmarse que se ha portado muy bien y que ha hecho todo lo posible por ganarse mi simpatía. No le niego el mérito, pero tendría que comprender que no me gusta conducir. Nuestra relación está basada en la necesidad recíproca. Él me necesita a mí y yo a él. Sin amor. ¿Conducción sin amor? Existe.

Hoy lo llevo a su primera revisión ITV. Creo que lo intuye, porque cuando lo he cogido esta mañana había dejado entre sus ruedas un charquito de líquido anticongelante. Tiene que comprender que es por su bien y, por tanto, también por el mío. No sé cómo saldrá del chequeo, pero espero que me dure, al menos, otros cinco años más.

Y que no se le ocurra reprocharme nunca que todas sus revoluciones por minuto eran fingidas.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo tampoco quiero a mi coche, le tengo simpatía porque nunca se ha roto y porqe todavía no me he estrellado con él.
El mio es más joven que el tuyo, aun no ha llegado su primer aniversario, por tanto no llevo ni un año sufriendo (o haciendo sufriri, no lo sé) en la carretera.
La vida real es dura, cuando una es niña la adultez se presenta de otra forma, parecía que viajar era una gran aventura, como en la vuelta al mundo en 80 días o en los autos locos.....Aunque claro, bebiendo de estas fuentes también me podía haber imaginando surcando los mares para buscar a mi madre en compañía de un primate llamado Amedio o volando gracias al fantástico zumo de gumivalla.
En fin veremos cuál es la deposición de mi coche cuando le toque su primera ITV.

Anónimo dijo...

Cuando me examiné del práctico (si, señores míos, LEGALMENTE YO PUEDO CONDUCIR) el examinador se paso el tiempo diciéndome; pero acelera, dale un poco de vida, menos prudencia que así no llegamos nunca...

Chexpirit dijo...

Yo también aprobé el práctico a la 2ª. Estúpida avenida primero de mayo

Cvalda dijo...

Jajaja, me ha encantado el post, sobre todo ahora que me estoy sacando el maldito carnet. Creo que yo también seré conductora por necesidad, asi que me alegro de conocer a alguien más como yo, ahora que parece que a todo el mundo le tienen que gustar los p******* coches .

Mathieu Saladin dijo...

A mi me gusta conducir pero me da un miedo terrible, desde que me dijeron que era un ataud con ruedas solo he cogido el coche de mi padre para dar pequeñas vueltas que no conlleven coger la autopista.

Y ya tengo el carnet desde hace... 3 o 4 años creo.

Deberías ver Sor Citröen, jajajajjaa.

Mini Mostaza dijo...

Pues a mí me encanta conducir.. y adoro a mi Twingo, sin dirección asistida ni aire acondicionado..

Es amor, estoy convencida!

Me ha encantado tu texto

(1º vez que paso)

mua

Ángel dijo...

Anónimo, yo de pequeño también iba tan a gustico, detrás, con mis hermanos, mirando el paisaje... Además no me solía marear. Todo era idílico. Era.

Dori, bueno... pero tú ya sabes por Filosofía del Derecho que no todo lo legal es necesariamente moral.

Chexpirit, co-mo te o-dio, a-ve-ni-di-ta (léase con voz de Homer Simpson refiriéndose al Decano en "Homer va a la Universidad").

Cvalda, hay más como nosotros. Si te interesa, nos reunimos una vez al mes en mi casa de campo y estaremos encantados de acogerte en nuestras reuniones.

Hugo, un poco contradictorio eso, ¿no? Algún día viajaré con copiloto para que grabe mis reacciones cuando me paso una salida en la autovía. Es como una mezcla entre Hulk y Woody Allen. Indescriptible.

Mini Mostaza, ¿sin aire acondicionado ni dirección asistida? Eso es amor, sin duda. Amor auténtico.

Anónimo dijo...

Pues yo no tengo carnet, pero una vez acompañé a mi amiga al práctico y en la cola había una choni diciendo: "Fuaaahhh tío el día que me den a mí el carnét me va a durar naa, pienso ponerme a cien cuando salga de marxa, quees lo que mola". Desde entonces, como que no me llama conducir...

(20+5+5= 30?????? Jo pues te conservas muy bien eh!)

Bito dijo...

Cojonudo este post. Me ha parecido divertidísimo.

Nada, no se preocupe, yo llevé el mío hace poco y lo superó sin problemas, y eso que es dificil ¿eh? que te tienes que parar justo donde te dicen, apretar no sé que pedalito, enceder no sé que puñetaras luces... vamos, que el coche pasaba la ITV pero el que no la pasaba era yo.

Un saludo,

Ángel dijo...

Superflicka, ¿estás segura de que decía "que"? ¿No sería "ke"? Fíjate bien a la próxima. Y por cierto, me has ubicado no año de más. Me conservo un año peor de lo que tú pensabas.

Bito, es cierto. Lo primero que dije al llegar fue, textualmente: "es mi primera vez y soy un poco inútil". El hombre no era antipático del todo, había poca gente y mostró encomiable paciencia con sus "no...", "un poco más acá...", "un poco más allá...", "te has pasado...". Pasé la ITV con un 27'5. Euros, claro.

François Rodhes dijo...

Yo conduzco por necesidad y pense que nunca querría a mi coche pero al final le he cogido cariño.

Por cierto un pajarito me ha dado a leer "Humanidedos" y me ha encantado ¿tienes algo más? jajaja

Nils dijo...

jajajaja un coche que se mea de miedo! qué bueno! yo me saqué el carnet, destrocé un coche de Tele5 cuando trabaja allí al poco de sacarmelo y nunca más se supo de mi conducción... eso que os ahorrais los conductores jajaja