jueves, 25 de octubre de 2007

Improcedencia

Anteayer despidieron a un compañero de trabajo de un amigo, y para celebrarlo (¿?) le montaron una fiesta nocturna y sorpresa superguay.

La cuestión es que ayer pasé por la empresa de mi amigo a saludarlo y a preguntarle qué tal había ido la fiesta nocturna y sorpresa superguay. En este punto de la narración, debo aclarar que conozco a algunos de los trabajadores de la empresa de vista, a otros de oídas y a otros de olfato, pero con la mayoría no he cruzado más que un par de corteses "buenassss".

Y entonces me dice Antonio, el amigo, que espere fuera que sale enseguida. Y yo espero fuera. Y va saliendo gente. Y empienzan los "buenassss" e incluso algún que otro "¿me podría decir la hora?". Y a todo esto sale uno que me suena remotamente y se produce el siguiente diálogo:

- Antonio dice que sale enseguida.
- Ah, perfecto...
- ¿Qué tal va todo?
- Pues bien...
Naturalmente, yo no tenía ni idea de con quién hablaba.
- Me alegro mucho.
- ...
- ...
- Ayer fue la fiesta de despedida de Cristóbal, ¿eh?
- Sí.
- ¿Estuviste?
- Sí, por allí estuve, sí.
- Anda que... menudo eres tú, no te pierdes una.
Algún día espero enterarme de por qué dije eso.
- Ya te digo.
- Bueno, pues que vaya bien, ¿eh?
- Hasta luego.
- ¡Adiós!

Pues sí, era el propio Cristóbal.

Pero ¿no estaba despedido? ¿qué hacía allí?

Y además, ¿acaso tengo yo la culpa de que se me dé peor conocer que ser conocido?

24 comentarios:

rubenrumu dijo...

Brillante.

Cvalda dijo...

Jajajaja, ¡qué fuerte! Vaya palo...esto de las relaciones sociales es lo que tiene :P

Anónimo dijo...

¡¡Juas!! ¡Es genial! ¿Y Cristóbal por qué no te dijo nada? Seguro que estaba disfrutando como un enano...

Anónimo dijo...

La pata la metiste hasta el corvejón... pero me siento identificada, si eso te consuela.

Nils dijo...

¿Y en ese momento no salió el resto de la oficina para hacerte la ola? me encanta! estos despistes demuestran que eres grande! Además, todo el mundo sabe que los más guapos son a los que reconocen y no al contrario.

Antonio Rentero dijo...

Creo que hay un pasaje parecido en una obra de teatro... no recuerdo ahora si de Ionesco o de Beckett... o igual lo leí en un libro de Ana Rosa Quintana.

Surrealismo puro y duro.

Bito dijo...

Que saliera la gente en tropel no le hizo pensar que quizás Cristobal había entrado con una recortada???? ¿¿eh?? ¿¿seguro que no sucedió eso?? Habría estado bien.

Sí, ya lo sé, tengo que dejar de ver cine americano.

Ginger dijo...

Jajaja. Bito, has dado en el clavo!

Anónimo dijo...

Es que solo los más guapos van a las empresas de los amigos recién despedidos.

Cómo eres, eh...

...no, en serio lo digo, que no sé cómo eres, córcholis -¿no soy adorable? digo córcholis en vez de coj... ehm, testículos-... acláramelo.

Y me lo metes en la secadora después, anda.

Anónimo dijo...

Yo una vez tuve una peleilla con una chica por la calle que estaba empeñada en que me conocía y yo que no, a su favor he de decir que sabía mi nombre....
Otra vez saludando a una amiga se paró la chica que estaba justo delante de ella creyendo que era a ella y me suelta; uy, no te había conocido y yo, concisa como soy respondí; no, es que no me conoces.

Ginebra dijo...

Seguro que Cristóbal pensó que era su sustituto y salió de allí encantado de dejar de pertenecer a una empresa que admite majarones en la plantilla. Vamos, que le alegró el día.

Anónimo dijo...

jajajaja lo de dori es casi mejor!

Ángel dijo...

Ruf, prefiero La Fallera.

Cvalda, no sé quién me pidió a mí permiso para introducirme en la sociedad, con lo bien que se estaba con Baloo y los monos bailarines.

Superflicka, no, probablemente Cristóbal estaba calculando mi grado de deficiencia mental transitoria.

Womahn, pues sí consuela. Mal de muchos, consuelo de muchos.

Nils, pues yo no lo sabía, así que intentaré meter la pata lo más posible. ¿Podrá llegar a embellecerme más todavía?

Antonio, qué va. Es realismo crudo y casi galdosiano. Eché de menos no ser un avestruz, o una tortuga, o un ñu. Y el libro es de Inés Ballester.

Bito, hubiera molado un montón. Y yo luego me despido de él, espero quince minutos más, y al ver que no sale Antonio entro y me encuentro con una densa nube de humo, neones colgando que chisporrotean sobre los charquitos de agua y sangre, y empiezo a gritar: "¡Antonio! ¡Antoniooooo!". Todos deberíamos dejar de ver tanto cine americano.

Ginger, esto... ¡bienvenida!

Mordisquitos, pues soy alto, inteligente, atractivo, feúcho, más bien cortico y mido 1'59. Espero que te haya servido para tu redacción, que es una dacción que se repite, que es una doble pite, o pito doble, como en el dominó o subyugó.

Dori, no sé por qué, te imagino perfectamente diciendo "no, es que no me conoces". Y sí, Superflicka, su anécdota es mucho mejor, pero ella no tiene un blog tan molón como el mío. Hale.

Ginebra, me siento tan arropado entre vuestros comentarios...

Anónimo dijo...

Me llena de orgullo y satisfacción alegraros el día.
Yo es que soy así de sincera.

Anónimo dijo...

¡Acabo de descubrir a Pachelbel en Tiersen! No tiene límite ninguno...

Piticli sigue durmiendo, pobrecico.

Anónimo dijo...

Incidencia: Que me corrijan los entendidos pero creo que metí la gamba y la conjuación correcta es "alegraos"

Antonio Rentero dijo...

En imperativo sí... pero no me hagas mucho caso que aún no sé como logré llegar a la Universidad sin saber conjugar un verbo ni en español, ni en inglés, ni en latín, ni en griego...

Mini Mostaza dijo...

Yo soy Cristóbal y te lo hubiera hecho pasar un poqito mal..

Cosas que le pueden pasar a cualquiera!

xx

Nepomuk dijo...

En realidad ya le despidieron hace seis años. Pero siempre le despiden por lo mismo, ya sabes. El jefe le dice eso de: No me vales, Cristóbal, no te haces notar..., es como... ¡si no estuvieras!.

Y Cristóbal vuelve al día siguiente para seguir de incógnito hasta la próxima fiesta de despedida.

Anónimo dijo...

con los comentarios de nepomuk me meo jajajajaja

Pako dijo...

xDDDDDDDDDD

J_Sámuel dijo...

¿Es un relato de ficción? :o

Ángel dijo...

No, Samuel, es un relato verídico, tal como la narración de la última vez que rompiste una botella de cerveza cuando estabas intentando reciclarla.

J_Sámuel dijo...

La intención es lo que cuenta.