jueves, 21 de enero de 2010

Con ge mayúscula

Esta noche regresaba a casa de una jornada que podríamos calificar como plenamente satisfactoria cuando, sin notificación previa, se me ha colocado delante un garrulazo junior, de unos doce años de garrulismo mental y corpóreo. Era un espécimen único: vestía chándal blanco de tonos brillantes, escuchaba reguetón a todo volumen directamente desde el móvil, compaginaba con virtuosismo la cresta gallinácea y el mullet capilar, y alternaba caladas a un cigarrillo con escupitajos a la acera. Ha sido un espectáculo de garrulismo esencial que ha durado unos diez minutos, hasta llegar a casa.

Lo primero que he pensado, de manera refleja y automática, ha sido que, si le ofrecía entradas para asistir a un espectáculo de esos donde salen coches con ruedas de camiones peleando entre sí, quizá se acercara lo suficiente como para inyectarle la dosis de curare que los liberales guardamos bajo las encías por si nos invaden los comunistas.

Sin embargo, gracias a Quino, me ha podido la compasión. Es cierto que escupía con demasiada frecuencia y miraba a los demás con un desdén proactivo. Y que fumaba a caladas cortas y nerviosas. Y que volvía a escupir. Pero tendría unos doce años, y, al pensarlo dos veces, he llegado a la conclusión de que Miguelito tenía razón, y que, mal que me pese, la vida no debería echarlo a uno de la infancia sin antes conseguirle un buen puesto en la juventud.

11 comentarios:

TortugaBoba dijo...

Qué grande Quino.
Ahora entiendo tu animadversión hacia los chándales blancos. ¿12 años dices? O yo me estoy haciendo mayor o el mundo se está volviendo loco. ¿¡Pues no quieren dejar que se copie en los exámenes!? Vamos hombreee...
Besoo
(Garrulo es una palabra que me gusta especialmente)

Nils dijo...

otro día sacas la espada y al ataque, a filetear la manzana como Dartacán en su cara.

Centro Picasso Vilnius dijo...

Totalmente a favor de la opción violenta.

Ángel dijo...

TortugaBoba, algún día, si te portas bien y yo me entero de cuál es, te explicaré el origen de la palabra "garrulo".

Nils, ¡si es que no me han enseñado en clase cómo se hace!

Superflicka, eso es por el frío... y el hambre.

Gesualdo dijo...

"Era un espécimen único"

No, desgraciadamente no.

¿Te escupió a tí?

Pues vete dando por satisfecho, los de la próxima hornada seguramente lo harán.

Anónimo dijo...

Ya se sabe que no hay día perfecto. Porque siempre viene un garrulazo, garrulaza (que también las hay), o cualquiera de sus reproducciones clónicas junior, y te siembra la alfombra roja de escupiduras. Me pregunto cómo alguien tan pequeño es capaz de generar tantas secreciones líquidas. Debe ser algún efecto secundario producido por el chándal blanco-brillante, por la cresta, por el reguetón, por el tabaco... o por todos ellos unidos.

Ángel dijo...

Gesualdo, ¿pero por qué me dio pena? ¡Tenía que haberlo matado!

Maríal, en mi barrio últimamente proliferan mucho. Voy a tener que desinsectar.

Luis dijo...

Bueno hombre, la adolescencia es el tiempo en el que uno lucha por ese buen tiempo...lo que pasa es que algunos no lo conseguimos y seguimos igual de garrulos a los 35.

ace76 dijo...

Pero es que la infancia cada vez dura menos... ¿no ves que los niños no consumen y estamos en la sociedad del Homo Consumitor?

Carlos dijo...

jeje! Lo cierto es que el garrulismo está llegando a niveles insospechables... Es una pena ver como estos crios tiran su juventud por la borda y sobretodo observar como la edad media del "garrulismo","emo-fismo","Nini-ismo", baja a ritmo vertiginoso.

Antes quemaban a las brujas en una hoguera... ¡Recuperemos viejas costumbres! ^^

Ángel dijo...

Luis, uno lucha con la tendencia o uno lucha con los tendentes. En mi caso, siempre luché con los tendentes. Así me fue.

Ace, si escribiera una entrada sobre eso, me da que ensombrecería el tono general del blog.

Chato, las buenas costumbres se van perdiendo en aras de la corrección política y el respeto a los derechos humanos (sobrevalorados, por otra parte). Una hoguerica no hace mal a nadie. A casi nadie.