No, no voy a hablar del artículo 118 de la Constitución Apostólica Sacrosanctum Concilium, ni de las guitarras en las iglesias, ni de los aplausos en las bodas, ni de los padrenuestros a manos alzadas, ni de las componendas clericales de las liturgias eucarísticas, ni de los salmos responsoriales de creación propia, ni de la música durante la Consagración, ni de los ornamentos confeccionados a base de cortinas repintadas, ni de las moniciones laicas, ni de las homilías dialogadas, ni de los ministros extraordinarios de la eucaristía por doquier, ni de cualquier aspecto que supusiera siquiera una levísima crítica a la actual dejadez con que, desgraciadamente, determinados jerarcas descuidan uno de los bienes más preciados de la Iglesia católica: su liturgia.
Lo que quisiera contaros es que yo, un amante de Trento, del tradicionalismo y de las casullas góticas, hace muchos, muchos años, tampoco estaba libre de informalismos eventuales. Porque, en la oración de los fieles, al responder "te robamos, óyenos", no tenía intención de robarle a nadie.
Y sin embargo, dada mi antigua y casi contemporánea aversión hacia el agua y las playas, absolutamente consciente era mi petición, al final del Padre Nuestro, cuando rezaba "y líbranos del mar". No sólo lo pedía totalmente convencido, sino que me mostré reacio a rectificiar el error cuando lo advertí.
Lo que quisiera contaros es que yo, un amante de Trento, del tradicionalismo y de las casullas góticas, hace muchos, muchos años, tampoco estaba libre de informalismos eventuales. Porque, en la oración de los fieles, al responder "te robamos, óyenos", no tenía intención de robarle a nadie.
Y sin embargo, dada mi antigua y casi contemporánea aversión hacia el agua y las playas, absolutamente consciente era mi petición, al final del Padre Nuestro, cuando rezaba "y líbranos del mar". No sólo lo pedía totalmente convencido, sino que me mostré reacio a rectificiar el error cuando lo advertí.
Era sólo un infantillo y ya he purgado por mis faltas a base de veraneos ininterrumpidos en La Manga del Mar Menor. No me lo tengáis vosotros en cuenta.
21 comentarios:
Me ha gustado eso de libranos del mar... lo pondré en práctica, a ver si pidiéndoselo varias voces nos hace caso :D
UNO. Y lo de dar la Paz? Hasta cuando ese besuqueo-manoseo desconcentrante? Hay una guerra sorda ya desatada contra eso, que lo sepáis.
DOS. Y lo de los parroquianos recitando frases privativas del celebrante, como "Por Él, con Él...etc?" Cómo ir a misa y volver elevado y no con ganas de matar?
TRES: Lo del mar recuerda a un problemita argentino respecto del tango "El día que me quieras", que como todos saben fue compuesto por Lepera y Luis Miguel. No hay ningún connacional que en la parte de "Y un rayo misterioso hará nido en tu pelo" no haya dicho "Y un rayo misterioso, ARÁCNIDO" en tu pelo...". Lo puedo probar.
Sombrerero, tenemos demasiados detractores de nuestra variable privada.
María (otra), la guerra de la paz sólo existe en tu cabeza neurasténica. La doxología solemne es cosa del pueblo, no de los jerarcas; yo siempre lo he tenido clarísimo y llevo una vara encima por si alguien recita cuando no debe. Y lo de arácnido... normal, si luego aparecen luciérnagas.
o_o! acabáramos!
¡Yo también estoy en contra de las guitarras! ¡Fuera jipis de nuestras iglesias! Y que dejen de plagiar canciones de Bob Dylan, leñe...
Yo esta primavera fui a catequesis y me enseñaron el credo ortodoxo que, como sabrás, se reza en eslavo antiguo. No he vuelto a ir a misa desde entonces, pero cada vez que lo decía me sentía como cuando mi abuela canta canciones en inglés y sólo dice: "awanchinwaaa... chubiwitauuuuchu...". Igual.
Nils, si nos ponemos así... ò_ó
Superflicka, en Cambridge, yo solía errar absolutamente en todas las pausas consensuadas de las oraciones litúrgicas. Cuando todos espiraban, yo inspiraba, y viceversa.
Misas en latín ya o convertirse a la fe ortodoxa ( la recta por otra parte) cuya misa del domingo empieza a las 7.30 ( no equivocar con las 19.30) y dura mínimo tres horitas.
¿Y qué me dice usted de líbranos de "malamen"? Que pensaba yo que el malamen era un tipo muy asesino y mú malo...
Hristos voskrese... Voistinu voskrese!!!
A mí en realidad lo que me parece fatal es que el Papa de Roma se cargara el rito Mozárabe para luego terminar así, podían habernos dejado con nuestras cositas que no hacíamos mal a nadie.
Y ya que has hablado de todas esas cosas de las que no ibas a hablar bien podías haber aprovechado para tratar de ellas en su justo lugar, es decir, de las guitarras en los tablaos, de los aplausos en los toros y de las manos alzadas al bailar sevillanas, lo de las componendas clericales esas ciertamente no sé si tienen algún lugar conveniente.
Ah, y ten en cuenta que tus plegarias fueron parcialmente atendidas, porque el Mar Menor es ciertamente un mal menor.
Filomela, a mí me basta con que sean en latín. No soy tan ortodoxo.
Alejandra, mi problema era más con el verbo "maslibrar". "Maslíbranos del mar", era mi frase exacta.
Falsa María, no digas cosas en checo antiguo.
Gesualdo, aquí tenemos rito mozárabe el 16 de enero, por San Fulgencio. Ya ves tú, un día, y hay gente que pone el rito en el cielo.
Crack.
Todo esto es culpa de los atanasianos. Todo esto.
Agus, no me queda. ¿Speed?
Paul, y de los anastasianos. Pues no lo pasó mal el zar...
¿Y qué tienes tú en contra de la música durante la consagración? ¿Es que no has leído "Maese Pérez el organista"?
¿Por qué te crees que no lo he leído?
Ángel, lo de "líbranos del mar" no es un error tuyo o mío, sino del Concilio de Nicea, que puso "mal" en vez de "mar" cuando todos sabemos el desafecto que Nuestro Señor le tiene a tal elemento, no obstante procuró andar sobre él en lugar de sumergirse.
Menudo prenda serías de infante. Mira que robar a grito pelao...
Besoo
Lo decía por lo bajinis, por si acaso.
No te creo, que ahora cantas, seguro que lo hacías en clave de mí bemol ya por aquel entonces.
mi relación con Dios siempre tuvo un punto espacio-temporal un tanto ambiguo para mí, que yo trataba de acortar cantando: "Señooooor, de mi edaaaaad", "Criiisto, de mi edaaaad" cuando contaba sólo cinco o seis añitos, y también me negué a aceptar que tanto el padre como el hijo eran atemporales cuando mi madre quiso sacarme de mi error... ¿y el Espíritu Santo para qué sirve entonces?
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