domingo, 24 de agosto de 2008

Redacción: el verano

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El verano es una estación que hace mucho calor y te vas con tus padres a la playa dos meses y te encuentras con un montón de gente que no has visto en todo el año. Si tomas el sol te pones rojo y luego cambias la piel y luego vuelves a estar igual de blanco que al principio, pero hay cremas que huelen superbien y entonces te las echas y todos los mosquitos y las avispas se te ponen encima.

Además en verano lees un montón de libros y ves telecomedias que te dejan tus amigos de Murcia y te ríes mucho porque son muy graciosas y te aprendes de memoria todos los diálogos del Monty Python Flying Circus.

El verano está chulo porque tus padres te dejan acostarte más tarde aunque te entra sueño a las once y al final te acuestas antes que nunca.

Cuando te despiertas te pones la toalla y te vas al mar menor o al mayor si no hay muchas olas. El mar menor está lleno de gente con un montón de arrugas y que tienen más de ochenta y cinco años pero cuando hablas con ellos aprendes mucho de sus vidas y todo eso.

El verano es mi estación preferida, como el otoño y el invierno. A mí me gustan todas las estaciones menos la primavera, que me paso todo el día estornudando. Ojalá llegue ya el verano que viene y pueda volver a descansar y a comer polos de limón.

Ángel.

16 comentarios:

Josef dijo...

Súbete un punto en redacción y ortografía.
Bájate medio en originalidad.

:)

Antonio Rentero dijo...

Si que te ha rejuvenecido el verano, si...

Alejandra dijo...

¡Santo Dios!...

Anónimo dijo...

jajaja

Ángel dijo...

Josef, bájate dos puntos, y aparte, mi entrada es absolutamente genial.

Renter, pero comprobarás que pese a mi nueva edad sigo igual de diestro con la espada en tus propias carnes.

Alejandra, ¿qué, qué, qué?

Anónimo, ehm... jajaja.

Alejandra dijo...

Primer qué: que como soy de secano, desconocía que la gente se despertaba y se ponía una toallita. Y ya. Me parece muy tierno.
Segundo qué: que como no veraneo en la playa, desconocía que la gente se iba dos meses con sus sesenta días de vacaciones.
Tercer qué: que como soy de secano, yo pensaba que el cubo y la pala eran parte del veraneo. Y veo que no. Que eso era un mito.

En resumen, su redacción ha destrozado todas mis ilusiones.

Antonio Rentero dijo...

Si logras emplear habilmente tu acero perfilandome la panza igual hasta podria estarte agradecido.

Ángel dijo...

Alejandra, ¿no veranea todo el mundo dos meses por ley?

Renter, para adquirir esa habilidad hace falta nivel 6.

Centro Picasso Vilnius dijo...

Nadie sabe lo que son los mosquitos hasta que no ha estado en Ucrania. Allí los mosquitos mutaron con Chernóbyl y son tan grandes que hay que matarlos a cañonazos, y ni así. Así que no se vale quejarse de los mosquitos de aquí.

Antonio Rentero dijo...

Yo he visto en Murcia mosquitos que no creeríais.

A uno le sirvieron en una gasolinera de Juan Carlos I 15 litros de gasoil antes de darse cuenta de que no era un furgón de reparto. Otros tropezaban con los cigarillo de los espectadores del cine de verano del Murcia Parque y salían con el pitillo como naves en llamas más allá de Orión.

Todos estos momentos se perderán como lágrimas en la lluvia. Es hora de echar Flick.

Ángel dijo...

Superflicka, ¿y quién ha dicho que el tamaño importe?

Evidentemente, Renter.

Anónimo dijo...

Una perfecta descripción del veraneo en la Manga. Me quedo sobre todo con la primera frase, aunque a veces hablas con esa gente por el messenger, siempre y cuando no tenga que responder al telefono, ejem ejem.

Un saludo.

Dr. Durden dijo...

La última vez que disfruté de un veraneo en la Manga, explotó una bomba en mi hotel, una plaga de medusas se encariñó con mi espalda y me rompí el quinto metacarpiano del pie derecho en una barca de pedales.
Una semanita de puta madre.

Ángel dijo...

Anónimo, peor es la sensación de estar jugando a un juego de puzzles y no hacer ni el primero y tener que comer a las tres y media por culpa de un señor bajito.

Dr. Durden, es que claro, si sólo nos fijamos en las cosas malas, como medusas, fracturas óseas o atentados terroristas...

Alejandra dijo...

No sé, mire usted: yo es que soy hija de un domador de leones y una jirafa, por raro que le parezca. En el convenio del circo, no nos dieron nunca dos meses y menos para irnos a la playa. Yo solía veranear entre Malagón y Calzada de Calatrava.Afortunadamente, papá se jubiló y un león se comió a mi madre. Desde entonces, veraneo a mi aire, cuatro semanas, como mucho. Pero esto se lo comento yo a mi jefe a la vuelta.

Paul Spleen dijo...

Dificilísimo, como intentar pintar como un niño cuando sabes dibujar: el uso del que en esta entrada es virtuoso.