martes, 19 de febrero de 2008

Valiosas lecciones para situaciones cotidianas

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- Para cuando os encontréis con una carta en el buzón donde os ponga que os ha tocado una videocámara gratis con un montón de megapíxeles, sin dar nada a cambio y con la sola condición de que llames a un teléfono: no llaméis, porque descolgará una señora antipática y muerta de asco que os preguntará si vivís en pareja para acto seguido deciros que si no es así para qué le hacéis perder el tiempo con la de cosas que tiene que hacer por tres euros la hora que le pagan.

- Para cuando deis una rueda de prensa por primera vez: no os pongáis el traje de chaqueta marrón con la elegantísima camisa blanca y la corbata amarilla que os regaló vuestro hermano, porque hasta las autoridades autonómicas autóctonas llevarán vaqueros y los periodistas os señalarán con el dedo y emitirán risitas ahogadas aunque en el fondo no sean más que víctimas de la envidia, la soberbia y la gula.

- Para cuando lleguéis un poco tarde a un dúo de violín y viola, y fuera arrecie la lluvia: no os pongáis en primera fila, porque antes de que os deis cuenta se os habrá caído el paraguas y el abrigo mojado a los pies de la violinista albanesa en el momento más pianísimo y por tanto sublime del passacaglia de la suite n. 43 de Handel.

16 comentarios:

Nils dijo...

jajaja es verdad, hay algunos lelos que se ponen de punta en blanco para una rueda de prensa, sin darse cuenta de que allí la gente va a trabajar, escuchar lo que sea, tomar unos apuntes, escoger unos cortes para la radio o la tele y a otra cosa que hay mucho lío. Es el pan de cada día.

david dijo...

Lo de las cartas, yo tuve una temporada en la que cada semana me decían que en un sorteo me había tocado una cosa, y fueron bicicletas, deuvedeses, reproductores de cosas, cámaras de fotos y de todo, pero como creo en la frugalidad y yo sólo quiero un objetivo 28-56 para mi pobre Nikon, lo tiraba todo a la basura. Paró. Y ahora lo hecho de menos en las frías noches invernales, como esta. Snif.

Lo de las ruedas de prensa, no tenía pensado dar ninguna, la verdad, pero de todas formas creo que después de empezarla gritando "¡SALVE A LA BESTIA, DEVORADORA DE MUNDOS!" (si alguna vez gano un Nobel, sea cual sea, ese será mi discurso) nadie se iba a fijar en la corbata, instrumento que odio por principios pero tengo cierto cariño porque estoy tremendísimo cuando me la pongo, las cosas como son. Ahora que la llevo a diario -quien me ha visto, etc- sudo sangre cada mañana en el metro, manteniendo a las muchachas a raya. Ayuda que llueva y llevo mi paraguas, en fin. Qué será de mí cuando vuelva la sequía.

Y lo de violas y violines, bueno, siempre se puede gritar el discurso del Nobel luego para calmar las cosas. Además esa gente está hecha a tocar en el metro y seguro que todo eso no sólo no les molestó sino que les hizo sentirse más cómodos, ejem.

Anónimo dijo...

A mi me tocan muchas cosas de esas por correo, desde coches a móviles, pero la verdad es que los tiro sin hacerles excesivo caso.
Cuando estoy tocando la viola me molesta muchísimo que entre gente con paraguas...
He visto que tu ídolo de La Casa azul (¿se llama Willy o algo así?) es el primero en el ranking para eurovisión, confiesa... ¿cuantas veces lo has leido?
Nada más que decir, como ayer llovió me he colocado las katiuskas y soy la envidia del trabajo :P

Anónimo dijo...

esto... quería decir que cuantas veces lo habías votado no leido... lapsus!

Ángel dijo...

Nils, pues hoy la gente se agolpaba en el kiosko de abajo para poder conseguir uno de los últimos ejemplares de la exigüa edición de hoy de La Opinión de Murcia. Con traje y todo.

David, me parece un buen discurso. Breve, efectista y satánico, como se espera de todo premio nobel, pero no sé si está demasiado oído ya.

Dori, se llama Guille y lo he votado una vez, que no permite más (te lo digo yo). Con las katiuskas y dado tu estado de vegetarianismo, más que la envidia del trabajo, supongo que habrás sido la endibia del trabajo, ¿no? Ay, las erratas...

Stepario dijo...

Dinos algo que no sepamos...

¿Vale si la violinista era bielorrusa?

Nootka dijo...

Los periodistas no sólo son víctimas de la envidia, la soberbia y la gula, a mi ententer, también son victimas de skeletor.
Los tiene retenidos, encadenados y expoliados.
Habrá que ir ahorrando para el rescate.
Yo puedo poner 25.

Centro Picasso Vilnius dijo...

Sí, lo peor es cuando tú eres la violinista y llegas tarde y se te cae el atril delante del señor mojado que se sienta en primera fila y se te esparcen las partituras por el suelo :S

Ángel dijo...

Stepario, venga, vale.

Nootka, pocos periodistas me parecen. Harán falta más.

Superflicka, y peor aún es cuando se te cae un señor mojado encima de una partitura y esparce todos sus atriles por el suelo.

Cvalda dijo...

A veces me pareces sacado de un comic en el que eres perseguido por la mala suerte, según cuentas las cosas :P

Ángel dijo...

Soy yo el que persigue a la mala suerte. Lo que pasa es que a veces va demasiado rápida.

Dale Baxter dijo...

Lo que hace la experiencia, ¿no?

Anónimo dijo...

Me consta, además, que la autoridad autonómica local tiene pesadillas desde que vio los espeluznantes zapatos con los que el amigo Ángel se presentó a la rueda de prensa. Algo memorable, al decir de los que pasaron por allí. Lástima que no salgan en la foto.

1berto dijo...

"Máxima de las ruedas de prensa con autoridades": si usted puede darla, todas ellas asistirán con baqueros.

Dr. Durden dijo...

A no ser, claro está, que el "Passacaglia", fuera un arreglo para paraguas y chubasquero. En ese caso, quedaría una solemne melodía.

Ángel dijo...

Dale, ehm... sí.

Paco, sabes perfectamente que mis zapatos fueron causantes de tu envidia. Lo que pasa es que tú te puedes permitir tener envidia porque no crees en ella.

1berto, la rueda de prensa es el mejor invento después de la otra rueda.

Dr. Durden, sí, pero salvo a cuatro o cinco musicólogos de renombre, no conseguí convencer a nadie de que así era.