domingo, 14 de noviembre de 2010

Plácido


Hace dos semanas me encargaron una conferencia, en la Facultad, sobre Bienvenido Mr. Marshall, la España de mediados de siglo, nuestra amistad con Estados Unidos y demás petisoperías. Acepté, claro. Y ayer va Berlanga y se me muere con una desfachatez tal que ha provocado que acabe de volver a ver Plácido.

Qué mejor cruz para la cara de Qué bello es vivir. Ácida, corrosiva, cruel, esperpéntica, verdadera. Jamás viose tal maestría para dar fuerte y flojo a la baja alcurnia, a la caridad mal entendida, a la hiperhipocresía, y a los cuarenta millones de españas -aprox.- que han de helarte el corazón. No sé hacia dónde miraba la censura el día en que Berlanga se presentó con el guión del gran Azcona, pero es increíble que la dejaran pasar con la única condición de cambiarle el nombre (el original era Siente a un pobre en su mesa).

Si no la habéis visto, hacedlo por mí primero y por vosotros después. O sea, dos veces. Como mínimo.

7 comentarios:

AdMiles dijo...

Yo he puesto un cacho de El Verdugo. Lo de que "el condenado no puede esperar" no es cosa que se olvide fácilmente.

Anónimo dijo...

A ustedes los españoles se les están muriendo todos sus próceres posmodernos.

A ver la peli entonces.

Ángel dijo...

AdMiles, ya lo vi, ya. Otra de las grandes.

Álvaro, eso, a verla. Y ahora, vamos, a flirtear con Guisela.

Agus Alonso-G. dijo...

Gracias. Confieso mi ignorancia berlanguiana. Pecado por el que pido penitencia, padre.

ace76 dijo...

Imprescindible!

Y nominada al Oscar, además. Pero eso no es más que una anécdota cinéfila.

Ángel dijo...

Agus, ese pecado tiene que perdonártelo el cinéfilo penitenciario. Es demasiado grave. Por lo pronto me vas a ver la filmografía entera de Berlanga.

Ace, ese año se lo llevó un sueco. No recuerdo su nombre. Ingrid algo, creo.

El pelícano dijo...

"Plácido", que va a cumplir 50 años, nos sigue hablando de nuestra vida, costumbres y carácter con más acierto y profundidad que muchos tratados y estudios posteriores. Debería ser de obligada visión para todo estudiante español.