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En principio sólo me habían hablado de coordinar una muestra de villancicos infantiles. Me lo pidió un buen amigo, se me antojó una buena acción y además me pagaban una buena cantidad de euros suficiente para satisfacer mi ánimo de lucro. Accedí sin contemplaciones, dispuesto a coordinar a quien se me pusiera por delante.
Ayer todo fue bien. Hubo algún problemilla de sonido, pero nada que no fuera subsanable con el buen hacer y el gracejo de Bea, la presentadora del certamen y anfitriona de un programa de la SER local, que hilaba unos coros con otros con una lozanía y una frescura estupendas.
Hoy, sede temporal de la segunda y última jornada, he recibido un mensaje a media hora del comienzo. Que Bea está mala. A las cuatro y media, después de una siesta tan abisal como necesaria y con una consecuente empanada gallega mental en suplencia de mi masa encefálica, me han pedido que presente el certamen.
En vez de hilar, he desbrozado de un plumazo la trama que se fue forjando ayer. Cuando subía al púlpito, trémulo y lipotímico, me sentía acosado por hordas de papás y mamás con cámaras digitales apuntándome inmisericordes. No soy del todo consciente de lo que he balbucido. E incluso, gracias a Dios, casi he olvidado mi discursito tras la intervención de un colegio de integración para niños sordos.
Recuerdo, no obstante, las facciones de algunos padres que me oían con desasosiego. Sobre todo cuando, casi al final del evento, ante la mirada inocente y cándida de tiernos infantes de níveos oídos, he deyectado:
- ¡Jodd... lín?, qué bien que cantan todos estos niños. Je, je, je, argh.
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13 comentarios:
Eso pasa por no contar con algún otro profesional de la presentación en reserva. Si es que, zapatero a tus zapatos, que esas cosas no son tan sencillas de hacer como parecen. Que el hecho de que haya modelos presentando no implica que sea fácil, por eso lo hacen tan mal.
Sobre todo, no son fáciles de improvisar con una ensaimada mallorquina como bulbo raquídeo además de la empanada gallega. Mi entendimiento era todo un compendio de gastronomía regional.
Con un buen guión y menos siesta, quizá...
Llego a ser yo y me cago por la pata abajo, vamos, que tienes que estar orgulloso solamente por haber sido capaz de articular una palabra...¡en menudos lios te metes, chico!
Venga, venga, venga...¡con la cara de pastorcillo que tienes! ¡si talmente pareces salido de un portalito de Belén! vamos...que te ponen un chalequito borreguillo, un par de patitos detrás, y ni se fijan en lo que dices.
Por cierto...¿volviste de la siesta?
Cvalda, ¡qué me voy a meter yo en líos! Si es que me pierde mi afán por ganar dinero. Ay, qué avaricia la mía...
Nepomuk, como diría uno de tus alteregos... ¿gracias?
Y no, no me he despertado aún de la siesta. Todo esto sigue siendo un sueño, y los sueños, sueños son, te pongas como te pongas. A no ser, claro está, que te pongas así.
Nada, nada,...está claro que lo tuyo es presentar eventos. Sé que no es la primera vez, y que, en el fondo, te gusta...
¡Qué bueno! Con un poco de suerte te vio un cazatalentos y tu próxima gran actuación es presentando Menudas Estrellas o Veo Veo. ¡Tú tienes madera para eso! ;)
Enhorabuena, estás vivo aún.
No hay nada como reírse de las cosas que le pasan a uno, quiero decir a otro.
La culpa la tienes tú solico por dejarte meter en esos fregaos... ¿es que no recuerdas las palabras del maestro Jíchkok de no trabajar nunca con animales ni con niños?
Anónimo, es la primera vez sin guión, y así no mola nada. Es un rollo patatero y además digo cosas rarísimas.
Superflicka, a mí me gustaba más el programa aquel vetusto que presentaba Rosa León. ¿Sopa de gansos, tal vez?
Stepario, y más si son japonesas (o como fuera aquello).
Antonio, si ellos se portaron bien. Demasiado bien. Si hubieran armado más escándalo probablemente no se me habría oído, que era lo que yo buscaba.
¡Jodd...lín? jajajaja!
!Pobrecito! Vaya marrón. Menudo despertar de siesta tan horroroso. Pero seguro que lo hiciste mejor de lo que piensas. Jajaja...
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