lunes, 28 de febrero de 2011

La tontuna previa

Pronto sucederá lo inevitable, porque afortunadamente no le queda más remedio. Mientras tanto, os cuento una tontuna que sirve de prolegómeno y de abono para este blog descuidado hasta dentro de unos días.

Hace dos semanas caminaba yo por la calle cuando vi un panfletillo mugriento sobre el pavimento. Tanto llamó mi atención y apeló aquello a mi civismo, que lo recogí con delicadeza y lo he estado alimentando con saltamontes y miel silvestre.

En la primera de sus seis páginas se aprecia su cometido: concienciar a la población de las ventajas del vegetarianismo. A tal fin, dedica medio folio a ubicar estratégicamente unos primeros planos de rostros animales que apelan a la conmiseración. Y yo, amante de las carnes prietas, laxas y de cualquier otro tipo, color o estado civil, me sorprendí impávido ante tal despliegue de medios. La oveja mirando a cámara me conmovió, y así lo reconozco, pero sigo sin encontrar la manera de apenarme ante los estúpidos ojos del pez o, menos aún, ante la mirada reprobatoria del gallo. ¿Estaré muerto por dentro?

13 comentarios:

No a todo dijo...

Quizá esta vaquita que fotografié en una cabina telefónica hace algún tiempo te ablande el corazón.

Salamandra dijo...

Yo estoy contigo. Sólo me dan pena los animales de pelo, los otros no.
De hecho los de pluma me dan bastante asquito.

Yo intenté ser vegetariana una vez, pero no lo conseguí.Llega un momento en que el cuerpo te pide un entrecot, o un solomillo. O una triste pechuga de pollo. Eso es así.

Ángel dijo...

No a todo, lo que me va a suponer esa foto en horas de terapia.

Salamandra, me encanta lo de "eso es así".

Marcelico dijo...

Tengo que reconocer que yo también tuve una época vegetariana. Entonces compartíamos piso en Valencia tres de Albacete. Pobres y vegetarianos un día llegamos a comernos una col lombarda sencillamente cocida, acto autosádico donde los haya. era un viernes. El lunes siguiente uno de mis compañeros llenó la nevera de chorizos, morcillas, jamón, embutidos varios y otras viandas de carne y hueso y decidí que, puestos a tener compasión, la tendría de las pobres verduras, tan indefensas. Y de mí mismo. Y así hasta hoy.

Summer dijo...

¿Te contesto lo que opino de gente como tú o me lo callo?

ace76 dijo...

Pues si un pez no consigue enternecerte, a ver como consigue convencerte un pulpo, un lagostino o un mejillón de que no les comas.

Mi carnivorismo me hace ver que el filete en el que se ha convertido la vaquita de "No a todo" tiene dibujada una media sonrisa. Es carne feliz!

Centro Picasso Vilnius dijo...

En Madrid había bastantes anuncios como ese... Yo sigo la norma "no como nada que no tocaría si estuviera vivo"; con lo cual reniego de las serpientes, pero me comería a la mayoría de los mamíferos. Cuando más adorable, más rico.

Ángel dijo...

Marcelico, si las verduras tuvieran ojos darían más pena. O más miedo, no sé qué pensar.

Summer, ¿qué piensas de las jóvenes promesas de la doctrina jurídica española? ¡Di!

Ace, la carne sólo es feliz en el estómago humano, y eso lo sabe todo el mundo. Se deshace de felicidad.

Martes, gracias por el último piropo ;-)

Anónimo dijo...

Salamandra, con ese nombre debería darte vergüenza. Anda, cómete una salamandra.

Yo ingiero muchos animales, pero si tuviese el dinero pa ser vegetariano, lo haría. Es que es muy caro.

Ángel, en tus viajes al rededor de Murcia y otros continentes debes haber conocido muchos platos vegetarianos. Deberías probar un tiempo. Tal vez así te serenes y escribas siempre dos párrafos en vez de tres, que es algo que roza lo diabólico.

Centro Picasso Vilnius dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Centro Picasso Vilnius dijo...

¡Ángel, alguien ha pirateado tu cuenta y escribe con emoticonos!

Alejandra dijo...

¿Pero a usted nadie le dijo de pequeñín que no se cogen las cosas de suelo? Caca, niño..¿eso nunca se lo dijeron?

Summer dijo...

¿Qué plazo hay para el silencio administrativo en un blog?