---
Facebook se ha puesto de moda. Casi todo el mundo tiene cuenta y es público ya que aquel que no la tiene existe un poquito menos y no se le permite tener ardillas amaestradas. En Facebook hay, como sabéis, personas, pero también grupos y páginas. De las primeras te haces amigo, de los segundos te haces miembro y de las terceras te haces fan. Ejemplos prácticos:
- Personas: Arístides Rinaldini Coscolleda. Basta establecer un vínculo de amistad para que los amigos puedan verse fotos, estados de ánimo, vídeos y, en definitiva, absolutamente todo, porque los amigos son amigos y eso comporta lealtad y acceso a las intimidades sean cuales sean.
- Grupos: Partidarios de la gastroenteritis vírica. Uno se une a la causa, que se muestra en forma de miniportal, con su tablón de anuncios e incluso pequeños foros de debate. Los grupos son seres inertes en los se opera, y por tanto ni sienten, ni padecen, ni tienen acceso a los perfiles de sus miembros.
- Páginas: Donuts de almizcle. Uno se hace fan. Fan de lo que sea. La imaginación vuela (es incluso probable que la de "donuts de almizcle" ya exista). Normalmente tienen un componente retrofrikipopiguayochentero muy del agrado de mi generación. Muy parecidos a los grupos, e igualmente inertes: uno puede escribir en ellas pero ni ellas ni sus administradores pueden cotillear los perfiles de sus fans.
El problema viene cuando llega el Alcalde del Municipio o la Red de Cines de Autor Guays y le declara a uno su amistad incondicional. Entonces uno, sin persárselo mucho, acepta porque piensa que así pagará menos impuestos y por fin sus amigos lo considerarán gafapasta y le dejarán mirar la sección Cultura de los magazines. ¡¡Pues mal!!
Si habéis llegado hasta aquí, si habéis leído punto por punto, si habéis aceptado solicitudes de amistad de gente que no son amigos ni lo podrían ser nunca por inaccesibilidad o por no ser personas, y que más bien deberían ser grupos o páginas, sabréis que el funcionario municipal encargado de Facebook y el becario en prácticas de quinto de audiovisual, por seguir con nuestros ejemplos, se estarán partiendo sus respectivos bazos viendo las fotos denigrantes de vuestra última fiesta de pijamas.
Por mí, que no quede.
Facebook se ha puesto de moda. Casi todo el mundo tiene cuenta y es público ya que aquel que no la tiene existe un poquito menos y no se le permite tener ardillas amaestradas. En Facebook hay, como sabéis, personas, pero también grupos y páginas. De las primeras te haces amigo, de los segundos te haces miembro y de las terceras te haces fan. Ejemplos prácticos:
- Personas: Arístides Rinaldini Coscolleda. Basta establecer un vínculo de amistad para que los amigos puedan verse fotos, estados de ánimo, vídeos y, en definitiva, absolutamente todo, porque los amigos son amigos y eso comporta lealtad y acceso a las intimidades sean cuales sean.
- Grupos: Partidarios de la gastroenteritis vírica. Uno se une a la causa, que se muestra en forma de miniportal, con su tablón de anuncios e incluso pequeños foros de debate. Los grupos son seres inertes en los se opera, y por tanto ni sienten, ni padecen, ni tienen acceso a los perfiles de sus miembros.
- Páginas: Donuts de almizcle. Uno se hace fan. Fan de lo que sea. La imaginación vuela (es incluso probable que la de "donuts de almizcle" ya exista). Normalmente tienen un componente retrofrikipopiguayochentero muy del agrado de mi generación. Muy parecidos a los grupos, e igualmente inertes: uno puede escribir en ellas pero ni ellas ni sus administradores pueden cotillear los perfiles de sus fans.
El problema viene cuando llega el Alcalde del Municipio o la Red de Cines de Autor Guays y le declara a uno su amistad incondicional. Entonces uno, sin persárselo mucho, acepta porque piensa que así pagará menos impuestos y por fin sus amigos lo considerarán gafapasta y le dejarán mirar la sección Cultura de los magazines. ¡¡Pues mal!!
Si habéis llegado hasta aquí, si habéis leído punto por punto, si habéis aceptado solicitudes de amistad de gente que no son amigos ni lo podrían ser nunca por inaccesibilidad o por no ser personas, y que más bien deberían ser grupos o páginas, sabréis que el funcionario municipal encargado de Facebook y el becario en prácticas de quinto de audiovisual, por seguir con nuestros ejemplos, se estarán partiendo sus respectivos bazos viendo las fotos denigrantes de vuestra última fiesta de pijamas.
Por mí, que no quede.
15 comentarios:
En efecto, más razón que un santo. La única opción es no aceptar amistades que no lo son y no querer incrementar la lista de amigos a toda costa.
De las fotos, mejor no publicar nada escatológico por si el concejal se entera
caralibro = caca y yo no pienso amaestrar ardillas, ea.
Afortunadamete mi ejecutoria como "facebookista" es más bien exigua. Tengo cuenta, lo que me permite tener ardillas e incluso osos polares amaestrados, sólo en invierno, pero no la uso, lo que me exime del riguroso escrutinio del "veedor" municipal.
Oye, ¿desde cuándo no hago una fiesta en pijama? Me has dejado con un desasosiego tremendo, ahora voy a tener que hacer una por cojones y añadirlo a mis fotos para que todo el mundo vea mi último pijama, que es una monada.
Yo soy fan de Mafalda y de 2 ó 3 más, ah, y del grupo "cómo puede ser que Cayetano Rivera y Paquirrín sean hermanos". Aparte de eso, creo que llevo más o menos dignamente lo del feisbuk, porque yo sigo pensando que ese invento perjudica seriamente la salud.
A todo esto, ¿quieres ser mi amigo?? :P
Muaks.
Filomela, o el becario. No te lo dejes, que son los peores.
Nils, pues deberías. Las ardillas desfogan mucho y no tendrías que escribir esas entradas tan calenturientas de los últimos tiempos.
Gesualdo, de puro exigua cualquiera diría que te dedicas a observar perfiles ajenos, so voyeur.
Tortugaboba, no creo que me superes en cuestión de fanatismo hacia Mafalda. Es más, te reto, para cuando quieras. Palabra de Felipito. Y claro que puedes ser mi amiga.
A mí por el Facebook no me ha dado todavía. Debo ser muy antigua para estas cosas. Los ratos libres, pocos, son para el onanismo. Y cuando hay amigos, posiciones tradicionales y siempre con el crucifijo de mi abuela de fondo. Nada de guarrerías que esto del Facebook suena a orgía barata.
He minimizado unas décimas de segundo mi perfil e interrumpido el test "Dime que zapatos usas y te diré quien eres", para comunicaros que según Facebook mi personalidad responde al personaje de ficción Gandalf!!
Creo que voy ha crear un evento para celebrarlo!!
Hmmm, pues creo que, según como tengas configurada la privacidad, a las fotos también pueden acceder los miembros de los grupos de los que formas parte. Que sepas que esas fotos que no querías que se vieran ya las ha visto media Red... :-D
Yo soy un ser marginal que no sigue las modas, no pertenece a grupos, no usa pijama, no exhibe fotos ni vídeos (aunque la perfección de mis piernas lo permitiría) y sólo es fan a muerte de Brad Pitt.
Supongo que me salva tener amigos, leer este blog durante el día (con excepciones) y tener teléfono.
Maldita sea. Mira que cuesta ser marginal.
Supongo que el hecho de haber tenido un perfil en el caralibro y haberlo borrado me convierte en una especie de fantasma social cibernético.
¡Buuuuuuuuuuuuu!
Yo tengo en facebook un club de fans de mi pelazo. ¿Quién puede decir eso?
Alejandra, el onanismo mental, constato.
M.L., yo soy Frodo, pero en su momento no le di a "publicar" y ahora no encuentro el test. Estoy desolado.
Ace, me resisto mucho a creer eso. Quiero pruebas.
María, te costaría más no ser marginal. No sabes lo cara que está la vida.
Superflicka, lo tuyo ha sido el caso-feisbu más raro que he visto en mi vida.
Chexpi, que da tiricia, pero al final te acostumbras.
Jajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja...........
Que no hombre, que no, que es broma.
¿Qué parte exactamente de "Jajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja..........." es broma?
Hice bien en borrarme de Facebook hace un año y medio ya, apenas duré dos meses.
Publicar un comentario