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Hoy pensaba redactar un post a lo ace, con una pequeña cronología de este fin de semana. Una cronología agradable, amena y aséptica. Así incluso lo he anunciado en diversos medios de comunicación, sobre todo en prensa escrita. Sin embargo, el destino se ha interpuesto en forma de acontecimiento abrupto, apocalíptico y abracadabrante.
Andaba yo enfrascado en la lectura de un manuscrito interesantísimo cuando me he percatado de un leve problemilla informático sin más importancia que la que le otorga un puntilloso neurótico al lado del cual palidecería el propio personaje de Jack Nicholson en "Mejor imposible". He llamado al asesor pertinente, y éste, como expuse en mi anterior intervención, ha bufado o rebufado, con un aditivo: una aplicacioncilla le ha permitido inmiscuirse en mi ordenador sin moverse de su poltrona. Yo, desde la mía, observaba a mi ratón danzar por mi monitor como por arte de birlibirloque, cerrar ventanas, ejecutar archivos y abrir ficheros. Un ratón levemente parpadeante, pero normal e incluso con más alegría y desparpajo que de costumbre.
Simultánea y telefónicamente, mientras, el informático iba explicándome los pormenores del proceso. Una vez finalizado, hemos colgado agradeciéndonos los mutuos servicios prestados y he vuelto al trabajo, no sin percatarme a los escasos tres minutos, de que permanecía el leve y sensual parpadeo del ratón. Justo entonces he caído en la cuenta de la sutil maniobra: la aplicacioncilla seguía vigorosa y el avieso informático estaría siguiendo desde su poltrona todos y cada uno de mis movimientos, para dar sin duda parte maléfico a los burócratas jerarcas por haberme avistado merodeando en tuentis y feisbus.
De no ser por mi intuición, no estaría ahora contándoos esto, sino en los calabozos autonómicos. Mañana, Dios mediante, habrá post tipo ace.
Hoy pensaba redactar un post a lo ace, con una pequeña cronología de este fin de semana. Una cronología agradable, amena y aséptica. Así incluso lo he anunciado en diversos medios de comunicación, sobre todo en prensa escrita. Sin embargo, el destino se ha interpuesto en forma de acontecimiento abrupto, apocalíptico y abracadabrante.
Andaba yo enfrascado en la lectura de un manuscrito interesantísimo cuando me he percatado de un leve problemilla informático sin más importancia que la que le otorga un puntilloso neurótico al lado del cual palidecería el propio personaje de Jack Nicholson en "Mejor imposible". He llamado al asesor pertinente, y éste, como expuse en mi anterior intervención, ha bufado o rebufado, con un aditivo: una aplicacioncilla le ha permitido inmiscuirse en mi ordenador sin moverse de su poltrona. Yo, desde la mía, observaba a mi ratón danzar por mi monitor como por arte de birlibirloque, cerrar ventanas, ejecutar archivos y abrir ficheros. Un ratón levemente parpadeante, pero normal e incluso con más alegría y desparpajo que de costumbre.
Simultánea y telefónicamente, mientras, el informático iba explicándome los pormenores del proceso. Una vez finalizado, hemos colgado agradeciéndonos los mutuos servicios prestados y he vuelto al trabajo, no sin percatarme a los escasos tres minutos, de que permanecía el leve y sensual parpadeo del ratón. Justo entonces he caído en la cuenta de la sutil maniobra: la aplicacioncilla seguía vigorosa y el avieso informático estaría siguiendo desde su poltrona todos y cada uno de mis movimientos, para dar sin duda parte maléfico a los burócratas jerarcas por haberme avistado merodeando en tuentis y feisbus.
De no ser por mi intuición, no estaría ahora contándoos esto, sino en los calabozos autonómicos. Mañana, Dios mediante, habrá post tipo ace.
8 comentarios:
recuerdo la cara de bobo que se me quedó la primera vez que vi a un informático utilizando remotamente mi ordenador!
No..No...No
tengo que defender al gremio de informaticos: No te creas que nos quedamos viendo lo que hacen los usuarios, lo que pasa es que somos muy despistados y se nos olvida cerrar el servicio.
Por cierto un consejo: tener cuidado con lo que navegas mientras el informatico esta "verificando" el ordenador, que nosotros tambien somos muy cotillas y nos cachondeamos con lo que hacen los usuarios
Nils, pues si vieras lo que llego yo a hacer con mi mac, se te caen los globos oculares.
El Oso sin Madroño, espero que no tan cotillas como algunos miembros del gremio médico cuando tienen a los pacientes dormiditos (según fuentes del propio gremio médico).
Pues por haber dicho esto, mañana estarás en los calabozos informáticos.
No te preocupes que ellos miran fotos de tías desnudas. Y nosotros también lo sabemos.
Hoy ya es mañana y no veo el post tipo ace.
Ángel, pues el caso es que no he acabado más que en mis propios calabozos. Los habituales.
María, aún falta tiempo para que se acabe el mañana.
Pues yo soy informático y te informo de que no tengo ni idea de hacer todas esas mierdecicas.
Parezco Pako.
Los informáticos son de lo más peligroso. He dicho.
Beso!
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