Ayer se produjo un acontecimiento insólito en lo que llevamos de civilización occidental. A las ocho horas pe eme, en la Sala de Conferencias y Saraos de la FNAC, Necesito un Arma y Kafelog, dos de los podcasts más provocativos e irreverentes del sureste peninsular, se enfrentaron en singular lid. Singular porque no tuvieron que sacudirse entre ellos gracias a las aviesas maniobras de emilcar, el moderador inmoderado, que consiguió que los que empezaran siendo contendientes tuvieran que aliarse contra las preguntas del resto de blogosfera.
Pero no entraré en detalles. ¿Por qué? ¿Por qué no habría de entrar en detalles de esos que os gustan tanto y os hacen cosquillitas en el alma? Pues porque ayer hubo un taquígrafo en la sala, un narrador imparcial, un cronista objetivo que encargóse de dar fe de lo que allí aconteció. Y ese, amigos, fui yo, como bien sabéis desde que habéis leído el título de este post.
Gracias a twitter y a mis cuatrocientas pulsaciones (sobre el teclado) por minuto, no omití detalle del sinfín de disparates que allí se iban aglomerando. Quizá, la única salvedad venga de la mano de las preguntas técnicas o sobre tecnología, pero no os veo yo en condiciones de pedir más a un canonista de rancio abolengo.
Cuando alguno de los fotógrafos oficiales me pase material, colgaré fotos que marcarán el rumbo de vuestras vidas.
Pero no entraré en detalles. ¿Por qué? ¿Por qué no habría de entrar en detalles de esos que os gustan tanto y os hacen cosquillitas en el alma? Pues porque ayer hubo un taquígrafo en la sala, un narrador imparcial, un cronista objetivo que encargóse de dar fe de lo que allí aconteció. Y ese, amigos, fui yo, como bien sabéis desde que habéis leído el título de este post.
Gracias a twitter y a mis cuatrocientas pulsaciones (sobre el teclado) por minuto, no omití detalle del sinfín de disparates que allí se iban aglomerando. Quizá, la única salvedad venga de la mano de las preguntas técnicas o sobre tecnología, pero no os veo yo en condiciones de pedir más a un canonista de rancio abolengo.
Cuando alguno de los fotógrafos oficiales me pase material, colgaré fotos que marcarán el rumbo de vuestras vidas.
10 comentarios:
¡Cómo sois los historiadores!
Gran trabajo y con buen porte, todo sea dicho.
¡Yo no tengo la culpa de que no me guste la sintonía de "House", Samuel!
Gracias, Juanlogp. La próxima vez, más.
Estuviste inmenso. Muchas gracias.
Hoy voy a escribir de incógnito para que no me pille, con mis trescientas noventa y dos pulsaciones. O sea, que tienen ustedes Corte Inglés y FNAC. ¿No es mucho abusar?
En otro momento leeré la crónica. Por lo pronto me has hecho reír, para variar. Que los que están a mi alrededor piensan que estoy como una chota. Tú tienes la culpa. Lo sepas.
Muakas.
Muy sabia ha de ser esa gente si el libro favorito de todos es "La guía del autoestopista intergalactico".
Por mi parte, aqui les dejo unas bolsas de dinero de época si me dicen que con el podcast pueden resucitarme el radioteatro, que he aniorado desde que lo escuchaba en los anios 50 junto a mi madre adolescente y mi abuela costurera. Diganme pls que esa posibilidad existe!
¡Aquí hay hasta IKEA, señores! Vamos, que estamos que lo tiramos.
Tortugaboba, qué más da si lo entiendes o no si te ríes igualmente... :-D
Trillian, confórmate con el radiocassette, que no tenemos dinero antiguo para más.
Andaba yo leyendo entradas retrasadas de este blog por mención en emilcarloodioportenerotromac, cuando descubro que su (audaz y habilidoso en el uso de la lengua escrita española) autor se llama wonka y estuvo sentao a dos metros de mí en tan magnánimo evento llevado a cabo en Fnac. Por cierto, me es agradable a la vista y al alma la lectura de las líneas que escribes.
Un saludo
Vayavayavaya... ahora mismo no te pongo cara... ¿a dos metros, dices? No sé, recuerdo a un PicTurpín, pero estaba a unos tres metros y cinco centímetros. No sé... Qué extraño es todo.
Disfruta del blog, quédate un rato, invita amigos, y cuando salgáis, por favor, no olvidéis dejarlo todo igual de desordenado que estaba al llegar.
Un placer.
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