Sé que han sido ya muchos los autores consagrados que se han ocupado de la cuestión, pero no puedo dejar de abordar un tema tan espinoso y a la vez tan espinoso como el del mundo de la tostada, máxime cuando me lo ha pedido el mismísimo Gobernador Civil de Terra Mítica.
No me detendré demasiado en la génesis del concepto. Es de sobra conocido que la tostada es descubierta por Pericles mientras acaricia a un erizo, y que desempeñará un papel determinante en las primeras Guerras Púnicas, sobre todo de nueve a once de la mañana.
Hasta el siglo XII no se tiene noticia de ninguna más, sin duda debido al característico oscurantismo medieval. Sólo en algunos monasterios del Císter se conservan ejemplares de tostadas prerromanas que los monjes usan a modo de palimpsesto, pero con más mantequilla. En el Romancero Viejo, dentro del "Romance del Conde Sancho, Doña Elvira y Pericles", encontramos este interesantísmo fragmento:
"[...] andaba el buen Conde Sancho,
camino de la posada,
pensando manera buena,
de saciar hambre atrasada.
En llegando al posadero,
ve panes y mermelada,
y cree llegado el momento,
de pedir una baguette".
Siglos más tarde, Leonardo da Vinci esboza unos diseños de tostada aerodeslizante que le valen acusaciones de herejía e incesto con reptiles. Por miedo a la Inquisición, el reputado humanista esconde los prototipos bajo las encías, donde han sido recientemente hallados durante el transcurso de un viaje organizado a Tierra de Fuego.
Los siglos posteriores reflejan el movimiento pendular que caracteriza a la Historia y a determinados tipos de relojes y así, si bien el XVII añade a la tostada adiciones y volutas, es a partir de 1760 cuando se intenta volver a la tostada griega, proporcionada y marmórea. El academicismo del siglo XIX y el florecimiento de las escuelas de Bellas Artes redundan en una mayor consideración del tostadero, que pasa de mero artesano a profesional consagrado y, en no pocas ocasiones, maldito.
El siglo XX supone una revolución en el mundo de las tostadas, sobre todo a partir de la performance que muchos consideran el inicio de la tostadería tal y como hoy la conocemos. Me refiero, obviamente, a "L'éternité perdue", de Marcel Duchamp, en la que el artista se restriega una tostada por el coxis al tiempo que emite sonidos agudos y graves alternativa y simultáneamente. A raíz de esto, Piero Manzoni afirma algo en italiano.
Hoy en día la banalización de la tostada es patente y cualquiera puede disponer de una de ellas casi de forma gratuita. En pocas semanas, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas decidirá sobre el uso de cortezas sobrantes en la fabricación de armamento nuclear. Se espera el veto de la República Popular China y la finalización de este post redactado con síntomas obvios de insolación y síndrome de Stickler.
No me detendré demasiado en la génesis del concepto. Es de sobra conocido que la tostada es descubierta por Pericles mientras acaricia a un erizo, y que desempeñará un papel determinante en las primeras Guerras Púnicas, sobre todo de nueve a once de la mañana.
Hasta el siglo XII no se tiene noticia de ninguna más, sin duda debido al característico oscurantismo medieval. Sólo en algunos monasterios del Císter se conservan ejemplares de tostadas prerromanas que los monjes usan a modo de palimpsesto, pero con más mantequilla. En el Romancero Viejo, dentro del "Romance del Conde Sancho, Doña Elvira y Pericles", encontramos este interesantísmo fragmento:
"[...] andaba el buen Conde Sancho,
camino de la posada,
pensando manera buena,
de saciar hambre atrasada.
En llegando al posadero,
ve panes y mermelada,
y cree llegado el momento,
de pedir una baguette".
Siglos más tarde, Leonardo da Vinci esboza unos diseños de tostada aerodeslizante que le valen acusaciones de herejía e incesto con reptiles. Por miedo a la Inquisición, el reputado humanista esconde los prototipos bajo las encías, donde han sido recientemente hallados durante el transcurso de un viaje organizado a Tierra de Fuego.
Los siglos posteriores reflejan el movimiento pendular que caracteriza a la Historia y a determinados tipos de relojes y así, si bien el XVII añade a la tostada adiciones y volutas, es a partir de 1760 cuando se intenta volver a la tostada griega, proporcionada y marmórea. El academicismo del siglo XIX y el florecimiento de las escuelas de Bellas Artes redundan en una mayor consideración del tostadero, que pasa de mero artesano a profesional consagrado y, en no pocas ocasiones, maldito.
El siglo XX supone una revolución en el mundo de las tostadas, sobre todo a partir de la performance que muchos consideran el inicio de la tostadería tal y como hoy la conocemos. Me refiero, obviamente, a "L'éternité perdue", de Marcel Duchamp, en la que el artista se restriega una tostada por el coxis al tiempo que emite sonidos agudos y graves alternativa y simultáneamente. A raíz de esto, Piero Manzoni afirma algo en italiano.
Hoy en día la banalización de la tostada es patente y cualquiera puede disponer de una de ellas casi de forma gratuita. En pocas semanas, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas decidirá sobre el uso de cortezas sobrantes en la fabricación de armamento nuclear. Se espera el veto de la República Popular China y la finalización de este post redactado con síntomas obvios de insolación y síndrome de Stickler.
17 comentarios:
¡¡Más!! Queremos más del "Romance del Conde Sancho". Y una tostada tampoco estaría mal...
Tengo mis dudas, lo que no tengo muy claro es sobre que.
José Miguel, ese romance es reservado. Bastante culpable me siento ya por haber transcrito esos versillos.
Gesualdo, al menos sabes que es sobre algo.
Este es el mejor artículo que has escrito en mucho tiempo (así, a ojo). ¡Eres grande! :)
En serio que todo eso viene sólo por una tostada? :D tas fatal!! xD
Superflicka, alimentas mi vanidad. ¿Qué hago yo ahora?
Sombrerero, efectivamente. Y he omitido partes escabrosas para no herir susceptibilidades.
A medida que desarrolles el tema mis dudas se harán más claras, o más oscuras, que ya empiezo a no estar seguro.
Querido Sr.Ángel: hay pocas opciones. O se ha pillado usted una neumonía por un exceso de aire acondicionado o bien, una insolación. Le recomiendo que regrese inmediatamente a su casa, que alguien le deje maniatado todo el verano y que le den sopinstant para desayunar durante dos meses.
Me agradecerá el consejo.
P.D: ¿Sobre la manteca colorá no se dijo nada en la Edad Media?.
Como jurista me parece incalificable que hayas omitido toda referencia a la ley de Murphy y su aseveración sobre el lado del que cae la tostada.
Nos has dejado en un vacío legal que ni con mermelada y mantequilla podemos tragarnos. Te conmino a su pronta subsanación o por el contrario no.
Admirable maniobra de distracción la de Ángel –una vez más- que nos empuja a todos a detenernos en esa inadmisible secuela de anacronismos sobre tostadas, mientras que por debajo de la nariz nos cuela como verdadero un romance apócrifo, con el peligro de que después todos lo repitamos en los congresos de Cardiología y en los cumpleaños infantiles.
Fiel a Gramsci –con quien compartió celda y consuelos lascivos en la cárcel de Cerdeña- este agente de la desinformación aún cree en la teoría de que la infiltración cultural todo lo logra, y nos toma el pelo.
En primer lugar, nos cita aquí el romance del Conde Don Sancho para que lisonjeemos al autor, como si el mero hecho de edificar versos que sólo riman en los renglones pares y quedan libres en los impares, fuera algún tipo de proeza.
En segundo lugar, falsea groseramente los datos y describe al Conde y a su amada Elvira como a nobles de refinada esencia, cuando la realidad –comprobada por los historiadores de la prestigiosa Universidad de Plaza Huincul- es absolutamente opuesta.
Si vuestra madre fuera profesora de Filología Española como la mía, sabríais desde siempre que ese romance es tan falso como lo es la atribución del relato “Tlön, Uqbar y Orbis Tertius” a Jorge Luis Borges, y que si ha sido manoseado por gente que rima “dolor” con “motor”, y “baguette” con nada, es porque una intención tan nocturna como la tinta del calamar subyace y lo envuelve todo.
El romance verdadero, el que consta en los libros de mi madre, no es otro que éste:
“[…]Andaba el cabeciancho
Camino de la posada
Sin una moneda buena,
la malla desabrochada,
Pensando en el posadero
Y en su exquisita nalgada;
Trémulo y calenturiento,
La mente pampirolada…”
Este otro fragmento es revelador:
“[…] Elvira vivió beoda
Y un día murió arruinada;
Si es que Sancho era abogado*
Ni conde, ni hidalgo: nada.”
*Se sabe de la mala fama de que gozaban las artes liberales en esa época, lo cual en algunos casos se extiende a nuestros días.
Finaliza con este cuandto menos intrigante pareado fescénico, cuyo significado los eruditos de Plaza Huincul -en su total falta de preparación para concebir lo que fuere-, aún no llegan a descifrar:
“[…] Y es el órdago más cruel del mus:
‘¡Cómo odio al osito de Tous!’ ”
El tema es inagotable; los interesados en continuar la exégesis del texto pueden contactarme en privado para unos vinos y lo que surja. Quienes quiera recibir fotocopias del libro de mamá pueden apuntarse en la lista pinchada en la puerta, que un erudito fotocopiador amigo estará encantado de hacernos el favor. El que sea.
Gesualdo, consulta el comentario de Guisela, que lo aclara todo.
Alejandra, consulta el comentario de Guisela, que lo aclara todo.
Renter, consulta el comentario de Guisela, que lo aclara todo.
Guisela, consulta el comentario de Guisela, que lo aclara todo.
Y yo que creía que finalmente todo este asunto de la tostada iba a derivar hacia el más castizo churro ibérico, veo con horror que lo que subyace es una disputa de eruditos en romanceros de origen desconocido, con veladas acusaciones de ripiador o ripioso, que para ser sincero no sé como debe decirse, si es que debe decirse de alguna forma.
A mí me inquieta (como ves, siempre hay algo que me inquieta) que haya un verso par en el romance que no rime: 'baguette'.
No puedo estar más de acuerdo con superflicka. Este ha sido de los bueno, de los post que enganchan. Pero me duele ver el feo que le has hecho al Conde de Sandwich, el cual en un intento de superar por siempre jamas la ley de Murphy, creo el ya conocido emparedado que nunca cae boca abajo y es que ya es conocido por todos como después de mucho pensar y experimentar: Un pan entre dos lonchas de jamón... dos lonchas de queso, un pan y un Jamón...Jamón, queso y mayonesa (Este fue el peor...se resbalaba continuamente)...Consiguió el equilibrio perfecto entre comer, no mancharse y evitar la ley de murphy que tanto afectaba a las tostadas.
Todo un genio este Conde Sandwich!!!
No puedo estar más de acuerdo con superflicka. Este ha sido de los bueno, de los post que enganchan. Pero me duele ver el feo que le has hecho al Conde de Sandwich, el cual en un intento de superar por siempre jamas la ley de Murphy, creo el ya conocido emparedado que nunca cae boca abajo y es que ya es conocido por todos como después de mucho pensar y experimentar: Un pan entre dos lonchas de jamón... dos lonchas de queso, un pan y un Jamón...Jamón, queso y mayonesa (Este fue el peor...se resbalaba continuamente)...Consiguió el equilibrio perfecto entre comer, no mancharse y evitar la ley de murphy que tanto afectaba a las tostadas.
Todo un genio este Conde Sandwich!!!
Gesualdo, es que Guisela y yo somos muy de romances.
Wesley, sí que rima: "mermelada-baguette". Lo que pasa es que es asonante y te extraña.
Dr. Helios, buen guiño a Woody Allen, sí señor.
Dr. Helios, buen guiño a Woody Allen, sí señor.
Por Dios Angel, es buenísimo, lo estoy leyendo en elIPhone y se me están cayendo las lágrimas de tanto reír.
un abrazo
Esther
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